Miles de personas -unas 5.500 personas, según la Guardia Urbana, y 15.000, según el Gobierno central- se manifestaron ayer por la tarde por el centro de Barcelona en favor de la unidad de España y contra el referéndum sobre la independencia de Cataluña que el Gobierno catalán quiere celebrar hoy.

La marcha, convocada por diversas entidades opuestas al soberanismo como Espanya i Catalans o Somatemps, arrancó a las 17.30 horas desde plaza Urquinaona y recorrió la Via Laietana hasta llegar a una plaza Sant Jaume llena. Con una pancarta con el lema «Cataluña es España. Democracia, futuro y libertad» en la cabecera y numerosas banderas españolas, además de senyeres y banderas europeas, los manifestantes marcharon entre gritos como «Puigdemont a prisión», «No votaremos», «No nos engañan, Cataluña es España» o «A por ellos».

Tres participantes en la marcha se subieron al monumento a Ramon Berenguer exhibiendo un bote de humo rojo, mientras otros cantaban «Que viva España». A su paso por la sede de la Jefatura Superior de Policía, en Via Laietana, los manifestantes lanzaban vítores y gritos de «Esta es nuestra Policía» y silbaban al ver balcones con banderas esteladas.

Al llegar a la plaza de Sant Jaume, varios jóvenes ultraderechistas se encaramaron a la fachada del Ayuntamiento de Barcelona para intentar descolgar una pancarta en la que se leía «Más democracia». Fueron varios jóvenes los que intentaron de forma reiterada descolgar la pancarta, aunque sólo consiguieron rasgarla sin conseguir malograr el lema.

En cambio, una pancarta de Òmnium Cultural en favor del referéndum colgada en otro edificio de la plaza de Sant Jaume sí fue descolgada por un grupo de jóvenes que subieron hasta la terraza superior. Hubo concentraciones en otros puntos de Cataluña, como Tarragona, o Reus.

La concentración más multitudinaria fue la de Madrid, en la madrileña plaza de Cibeles, frente a la sede del Ayuntamiento de Madrid, donde los asistentes corearon frases como «España unida jamás será vencida».

La convocatoria realizada por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes) bajo el lema «España somos todos», contó en Madrid, según la Delegación del Gobierno, con la participación de unos 10.000 manifestantes que portaron numerosas banderas de España.

TENSIÓN EN VITORIA / Poco a poco los manifestantes, entre los que se encontraba el exministro Jaime Mayor Oreja, fueron moviéndose hacia la carretera. Al término de la concentración, sin incidentes y en la que se vieron algunas banderas preconstitucionales, estaban cortados el paseo del Prado y de Recoletos y parte de la calle de Alcalá.

La situación fue más tensa en Vitoria, donde una treintena de personas se concentró frente al Ayuntamiento con dos banderas de España, y frente a ellos, separados por la Ertzaintza, un centenar de jóvenes, con ikurriñas y esteladas, les insultaron con gritos como «fascistas». Al concluir la concentración, se produjeron unos pequeños incidentes, en los que fueron identificados cuatro jóvenes por parte de la Policía autonómica.

En Valencia, fueron cientos de personas las reunidas frente al Ayuntamiento luciendo banderas de España. El Ayuntamiento de Castellón tuvo que cerrar sus puertas porque algunos manifestantes trataron de entrar al edificio después de que varias personas desplegaran desde el tejado una pancarta y lanzaran papeletas del referéndum del 1-O.

A estas concentraciones se sumaron otras que transcurrieron sin incidentes en varias capitales, como Palma, Valencia, Zaragoza, Pamplona, Sevilla, Logroño, Santander, o Valladolid.

En Sevilla, también miles de personas salieron a la calle con banderas españolas en una manifestación sin incidentes.