Inicio de año teñido de negro en las carreteras de Castellón. Cuatro jóvenes han perdido la vida en accidentes de tráfico en la provincia en los primeros 11 días del 2016, la peor cifra de los últimos 10 años, según datos de la Jefatura Provincial de Tráfico.

La última víctima, C.D.S., un motorista de 25 años, falleció ayer al colosionar frontalmente contra un camión-hormigonera en la N-340 en Benicàssim. El joven, de origen rumano y vecino de Orpesa, murió en el acto, sobre las 9.45 horas. El impacto fue brutal y la Guardia Civil pudo identificar a la víctima, cuyo cuerpo se encontraba irreconocible, gracias al hallazgo de su cartera.

La principal hipótesis es la de un posible “adelantamiento antirreglamentario por parte del conductor de la motocicleta”, que circulaba en sentido Valencia, según indicó el teniente Samuel Santana, de la Guardia Civil, en el punto kilómetro 985,750. “El fallecido se hallaba en el carril contrario en el momento del accidente y, por tanto, estaba haciendo una maniobra prohibida, pues tenía línea continua y un camión de frente”, declaró Santana, quien indicó que la velocidad de la moto siniestrada, de gran cilindrada, está “en estudio”.

Por su parte, el conductor del vehículo pesado, A.J.T.D.N., burrianense de 52 años, resultó herido leve, al volcar el camión tras el impacto. Quedó atrapado por una pierna y fue excarcelado por los bomberos, atendido por el SAMU y trasladado al Hospital General de Castellón.

El terrible accidente afectó, además, a un tercer vehículo. Una furgoneta que circulaba justo delante de la motocicleta y con tres ocupantes, un matrimonio y un bebé de dos meses. Todo apunta a que fue al adelantar al vehículo familiar cuando el joven se empotró contra el camión-hormigonera. La colisión provocó que algún objeto chocara contra la luna de la furgoneta, que quedó fracturada. La pareja y el bebé resultaron ilesos en el citado accidente.

El trágico comienzo de año en la provincia resulta especialmente crudo por la juventud de las víctimas mortales en accidentes de tráfico, pues ninguno de los cuatro fallecidos superaba los 25 años. El pasado 2 de enero comenzaba la lista negra y se cobraba la primera víctima mortal del 2016. Jorge Ripollés, vecino del barrio de La Bosca de Burriana y de 22 años, perdió la vida al chocar contra un camión aparcado en la avenida 16 de Julio de su localidad natal, cuando circulaba, junto a un amigo, de 21 años y que resultó herido leve, en el Mini negro que sus padres le habían regalado en Nochebuena.

Este pasado fin de semana otros dos jóvenes, el ondense Ignacio Herrándiz Prieto, de 18 años, y el vila-realense Marc Prieto, de 19, murieron al caer su vehículo por un barranco de unos 15 metros en una curva de la CV-199, a la entrada de la pedanía de El Tormo. Sus acompañantes, una menor de 17 años de Vila-real y un burrianense de 28, siguen graves en La Fe y el Hospital General. H