Hay quien dice que la conciliación laboral y familiar es una gran mentira. O quizás una película de ciencia ficción. Como mucho, un laboratorio de ideas que solo practican unas cuantas empresas modélicas y algunos pocos trabajadores privilegiados. Porque para el resto compaginar la vida laboral con el cuidado de los niños sigue siendo una utopía. Una misión imposible y para la mujer, todavía más. Un dilema al que responder: ¿Carrera profesional o maternidad? El 58% de las mujeres renuncian a su carrera para poder educar y disfrutar de sus hijos, frente al 6% de sus parejas, según un estudio realizado por el Club Malasmadres, una asociación con una legión de seguidores en las redes sociales y que lucha por la conciliación.

No es ningún secreto que España está a la cola de Europa en políticas de conciliación. Y el asunto es serio, dicen los expertos, pues ataca de lleno a la productividad y la natalidad de un país que envejece a marchas forzadas. Y Castellón no es ajeno a esta tendencia. Faltan niños y las mujeres los tienen cada vez más tarde conscientes de que los hijos les penalizará a ellas más que a ellos. Un dato. En apenas una década, la edad del primer hijo se ha retrasado en la provincia desde los 28 a los 32 años. Y eso sin contar la cantidad de mujeres que, por una razón u otra, renuncian a la maternidad. No son madres y no lo son porque no quieren.

Que la conciliación y la corresponsabilidad de la atención familiar aún presenta unos desniveles preocupantes es algo que demuestran las estadísticas que acaba de hacer públicas el Ministerio de Empleo. En el 2016, un total de 541 personas de Castellón solicitaron y se acogieron a una excedencia laboral por cuidado familiar y, de ellas, 507 fueron mujeres. Solo 34 eran hombres. O dicho de otra manera: el 94% de las excedencias sigue recayendo sobre la mujer. Y este 2017 la tendencia es la misma: el hombre apenas supone el 5%.

Los hombres siguen pidiendo excedencias laborales a cuentagotas y la tendencia se refuerza todavía más en el caso de las prestaciones económicas por maternidad. El año pasado se gestionaron en Castellón 3.215 expedientes de este tipo de prestación cuya cuantía equivale al cien por cien del salario y se abona directamente por el Instituto Nacional de la Seguridad Social durante las 16 semanas de permiso. La pueden disfrutar las madres en su totalidad o, una vez transcurridas las seis primeras semanas de descanso obligatorio, ceder el tiempo al padre. Es una opción, pero residual. De las 3.165, solo 45 fueron percibidas por el padre. Es decir, el 1,4%.

CONTRATOS POR HORAS PARA ELLAS // Hay muchos más datos que demuestran que el cuidado de los hijos sigue siendo cosa de mujeres. La estadística del INE revela que un 20,9% de las mujeres han reducido el número de horas de trabajo para cuidar a sus hijos. En el caso de los hombres, el índice es solo de un 2%.

El análisis es todavía más preocupante cuando a estas cifras desequilibradas se le añaden que las mujeres triplican a los hombres en el porcentaje de personas que trabajan con una jornada a tiempo parcial. En la provincia 37.700 personas trabajan a tiempo parcial, según cifras de la última Encuesta de Población Activa (EPA). 29.600 son mujeres y tan solo 8.100 son hombres.

Pero, ¿por qué el peso del cuidado de los hijos sigue recayendo mayoritariamente en las mujeres? ¿por qué, pese a los avances de los últimos años, ellas son quienes renuncian a su empleo t a su carrera profesional? Una de las explicaciones, según los expertos, está en la brecha salarial. En la provincia ellas ganan alrededor de 17.511 euros al año de media, 5.968 menos que ellos, que cobran unos 23.479 euros. Esto supone una diferencia del 34,1%, más que el 30% estatal; e implica ingresar 426,28 euros menos al mes. Y esa brecha resulta determinante a la hora de decidir quien abandona su empleo o reduce su jornada para dedicarse al cuidado de los hijos.

La conciliación es cosa de las mujeres y las empresas no ponen mucho de su parte. Pese a que la ley obliga a todas las compañías de más de 250 trabajadores a desarrollar planes de igualdad que incorporen medidas para favorecer la no discriminación laboral y la conciliación de la vida familiar, laboral y personal, apenas unas 45 tienen el visado en Castellón, según datos del Consell. En el conjunto de la Comunitat valenciana son algo más de 350.