El desierto demográfico que vive Castellón desde hace casi ocho años ya no es exclusivo de las comarcas del interior. Los municipios más pequeños siguen perdiendo población pero por primera vez las localidades con más habitantes ya reflejan números rojos en sus padrones. Nadie escapa a una tendencia que, según todos los expertos, irá a más y hará que la provincia se deje en el camino otros 20.000 habitantes en los próximos cinco años.

Tras ejercicios con fuertes crecimientos que lograron colocar la cifra total de habitantes en casi 605.000, la provincia empezó a perder población en el 2012. Los primeros damnificados fueron los municipios más pequeños, aquellos que no superan los 500 habitantes, pero en los últimos años las localidades que suman habitantes prácticamente pueden contarse con los dedos de la mano. Y la novedad es que en esa lista no está ni Castellón, ni Vila-real, ni Burriana o La Vall d’Uixó.

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que los 13 municipios más habitados de la provincia han perdido en el último año 3.731 habitantes y todas se han sumergido ya en esa senda descendente que anticiparon los demás municipios de la provincia. Es más, algunas acumulan tres años consecutivos de descenso poblacional.

Castellón, la ciudad más poblada de la provincia, se aleja cada vez más de la barrera de los 180.200 habitantes con los que cerró el 2011. Hoy su número de residentes es de 171.699 y se ha dejado por el camino 8.500, casi 2.200 en el último año.

Una evolución similar ha registrado Vila-real, con un descenso de población que se inició en el 2010, ejercicio en el que dejó establecido su mayor censo con 51.357 residentes, 777 más que en el último padrón. En el último año la tendencia no ha variado nada y Vila-real ha restado en su padrón 175 habitantes.

Quienes también muestran evoluciones similares son la Vall d’Uixó, Onda, l’Alcora, Vinaròs y Benicarló. Onda, por ejemplo, se aleja cada vez más de los 25.778 habitantes que alcanzó en el 2010 y se queda con 24.961. La Vall tiene 31.671, también muy lejos de los casi 3.000 que llegó a contabilizar en el 2009.

MENOS DE 10.000 EN ORPESA // Llamativa es la evolución de la población de Orpesa. Tras alcanzar los 11.248 habitantes en el 2008, poco a poco este municipio ha ido perdiendo peso hasta alcanzar los 9.493 habitantes, alejándose de la barrera de los 10.000. Segorbe tampoco llega y se queda con 9.073 (en el 2011 eran 9.326).

Que la población descienda y lo haga especialmente en los municipios donde se concentran el grueso de los habitantes, aleja todavía más a la provincia de los 600.000 residentes, una cifra que superó en el 2009. A partir de este año la cifra siguió aumentando hasta el 2014, cuando empezó la tendencia contraria.

No obstante, la población en Castellón sigue concentrándose en las grandes localidades. Un dato basta para entenderlo. De los 582.327 habitantes con los que cuenta la provincia, el 78% (454.367 en cifras absolutas ) vive en esos trece municipios. H