El clima político que se respira en Cataluña, y sus posibles derivaciones en el territorio valenciano, marcó la tradicional celebración del Aplec del Puig, que tuvo lugar en la mañana de ayer, y que cada último domingo de octubre congrega a entidades nacionalistas en torno al monasterio de esta localidad valenciana. Uno de los mensajes más destacados fue el del presidente del Bloc, Enric Morera, quien instó al president del Consell, Ximo Puig, que no «se deje aconsejar ni ayudar» por el PP «porque lo que le están tendiendo es una trampa».

Las palabras de Morera hacían referencia a la solicitud de la presidenta regional del PP, Isabel Bonig, de una reunión «urgente» con Puig para analizar y explorar las posibilidades de acuerdo entre el PP y el PSPV en el Gobierno de la Generalitat y que se aleje así de sus socios de Compromís, que votaron en el Senado en contra de aplicar en Cataluña el articulo 155. Para Morera, «hay que persistir porque no habrá reforma constitucional ni solución para España en la que no participen socialistas, lo que representa Podemos y los nacionalistas», y ha advertido al PSOE y a su líder, Pedro Sánchez, «que no habrá gobierno alternativo a Rajoy que no se parezca al del Botànic».

El encuentro anual contó con la presencia del conseller de Educación, el castellonense Vicent Marzà; y el titular del área de Economía, Rafael Climent, que militan en las filas del partido nacionalista, principal núcleo de afiliados de la coalición Compromís.

Respecto a las medidas aplicadas en Cataluña, el también presidente de Les Corts criticó que el PP quiere «situar fuera de la ley a todas las personas que no piensan como ellos», mediante «una aplicación arbitraria de la Constitución, mediante recursos cuando las leyes no salen como a ellos les gustas, y mediante barreras electorales». En cuanto a la reivindicación por la situación de las arcas autonómicas, ««el valencianismo sabe cómo se las gasta la derecha desde que se impidió que tuviéramos un Estatut de primera. Ahora lo pagamos con la financiación por su culpa».

El encuentro se produjo sin incidentes, tal y como han indicado desde la Delegación del Gobierno, aunque se había dispuesto un operativo especial de seguridad, ante el anuncio efectuado desde grupos de ultraderecha de querer acudir a boicotear el acto. Ante el riesgo de que se reprodujeran escenas como las del pasado 9 d’Octubre, el dispositivo contó con unos 500 efectivos, con la finalidad de que la jornada se produjera sin incidentes. Además, la organización del Aplec contrató seguridad privada como medida de prevención.