La naranja arranca a medio gas a pesar de la calidad de la fruta

Pero, a pesar de las excelentes cualidades organolépticas de la naranja, las compras marchan al ralentí. Así lo reflejan los boletines de la mesa de cítricos de la Lonja de Valencia, en los que solo aparecen dos variedades (la naranja navelina y la clementina marisol) sin los comentarios «pocas operaciones» o «casi sin operaciones». Y lo confirma el responsable de cítricos de la ejecutiva de la Unió, José Ramón Urbán, quien señala que todo está «muy parado»: «Se está yendo a recolectar, entre las tempranas, solo lo que tiene color y mercado».

Nebot coincide con él, como también en que los precios que se están pagando en este inicio de temporada están alrededor de un 20% por debajo de la pasada. También la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) lo señala así. Esta organización incluso eleva la caída de la cotización hasta la mitad del precio en las satsumas extratempranas. Su presidente, Cristóbal Aguado, se mostró ayer muy preocupado por que la campaña ha empezado con mal pie para los productores» y pidió «tomar medidas cuanto antes para enderezar el rumbo», máxime cuando los costes han aumentado un 8% debido a la incidencia de la sequía.

la clemenules, de 0,21 € a 0,26 // De esta manera, según el último boletín de la mesa de cítricos de la Lonja de Valencia, la clemenules se está pagando a entre 0,21 y 0,26 euros el kilo. Precios con los que coincide la Conselleria de Agricultura, que señala que, para la provincia de Castellón, las cotización más alta alcanza los 0,27 euros/kilo. Eso sí, mientras para la Lonja estas cotizaciones suponen un descenso de entre el 10% y el 20% sobre el año pasado, para la Conselleria la caída es ahora de entre el 9% y el 13%.

Hay varios motivos que explican esta caída en las cotizaciones (que, como ya se ha dicho, según las organizaciones agrarias es del 20%). Una es el aumento de la producción, que tras una campaña nefasta crece un 22,5% sobre la pasada, según las estimaciones de la Conselleria. Y ello a pesar de que no hay «un cosechón, sino que estamos en los números de hace dos campañas», señala Nebot. De hecho, Fepac rebaja este aumento a solo el 8%, al descontar los bajos calibres que no tendrán salida comercial. Además, que todavía no haya hecho frío en Europa no tira de la demanda, como señaló ayer Aguado.

La otra gran razón para la caída de los precios a la que apunta el campo es el aumento del plazo para que Sudáfrica exporte cítricos a Europa, que se amplía del 15 de octubre al 30 de noviembre. «Hay bastante presencia en los supermercados de cítricos procedentes de Sudáfrica y eso juega en contra de los nuestros», indicó ayer Cristóbal Aguado.

¿táctica? // Pero, además, Urbán cree que las empresas exportadoras están llevando a cabo «una táctica» que también ayuda a hundir los precios en el campo: «Las compras están muy paradas y la fruta temprana está muy madura. No se compra demasiado para asustar al productor y que así se vea obligado a pedir menos dinero por su fruta». Esto, alerta además, tiene siempre consecuencias en el resto de la temporada: «Cuando la campaña comienza muerta, cuesta mucho levantarla».

Por todo ello, la campaña se presenta llena de incertidumbre. Desde Asociex, Jorge García, se muestra «esperanzado» en lograr una buena temporada de ventas, para lo cual será fundamental, como siempre, la colaboración del clima. «Si es perfecto, será una muy buena campaña», indica. Para ello sería necesario que aumentase el calibre de la fruta, para lo cual se necesita más lluvia. Por su parte, Nebot apunta que los precios irán en consonancia con los aforos: «Ir por arriba o por debajo, es lo que marca al final los precios». H