La sanidad pública valenciana sigue sin poder solucionar el problema de las listas de espera. Un dato basta para entenderlo: en la Comunitat hay 66.517 pacientes en espera para ser operados y la demora media es de 107 días, 11 más que hace un año. Y, sin embargo, la práctica de enviar pacientes de la sanidad pública a clínicas privadas para someterse a una operación va claramente a la baja, al menos en Castellón. Lo que desde hace más de 20 años se conoce como plan de choque y que, en la práctica, consiste en dar la posibilidad a un paciente de ser intervenido en un hospital de pago es cada vez más minoritario. Tanto que durante 2016 el número de enfermos de la provincia que se derivaron a las clínicas privadas tan solo fue de 525, menos de la mitad que un año antes, cuando fueron 1.068.

Los datos de la Memoria de Gestión del 2016 de la Conselleria de Sanitat revelan que de esos 426 pacientes de la provincia que fueron derivados a la privada, uno pertenecía al área de salud de Vinaròs, mientras que 182 estaban adscritos al área de Castellón y otros 191 a la de Vila-real. En el conjunto de la Comunitat, Valenciana, los pacientes que fueron sometidos a un intervención en alguna clínica privada ascendieron a un total de 11.606, lo que significa 1.761 menos que un año antes.

EL AUTOCONCIERTO // Cada vez menos pacientes son derivados a la privada y el departamento que dirige Carmen Montón asegura que se está optando por otras soluciones. La principal es el incremento de los autoconciertos, que suponen la ampliación de los horarios de quirófano en los propios centros públicos. De hecho, en el 2016 gracias al autoconcierto se realizaron en la Comunitat 15.488 operaciones, la mayoría para tratar enfermedades del sistema nervioso y del aparato digestivo. La intención de la Conselleria es seguir apostando por esta fórmula y, de hecho, en el presupuesto de este año se ha destinado una partida de seis millones de euros para los autoconciertos. «Seguiremos trabajando para reducir las listas de espera y, entre otras medidas, vamos a favorecer al autoconcierto y en el plan de choque cuando sea necesario», argumentó la consellera Carmen Montón esta misma semana y nada más conocerse que la lista de espera para ser intervenido había aumentado de nuevo en la Comunitat.

UN PLAN QUE TIENE 21 AÑOS // El plan de choque para aliviar las abultadas listas de espera en la sanidad pública valenciana no es una medida nueva. Al contrario. Se puso en marcha en el año 1996 de la mano del entonces conseller de Sanidad, Joaquín Farnós. La idea inicial era ofrecer a los pacientes que llevaban en lista de espera más de 90 días la posibilidad de ser intervenidos en un hospital privado de la Comunitat a través de conciertos. La Conselleria se encargaba después de abonar este coste a las clínicas.

Pese a que el pan de choque nació como una medida de carácter provisional, la fórmula se afianzó en el sistema sanitario y durante años ha sido una de las herramientas más utilizadas por el Gobierno valenciano para ir recortando listas de espera en el sistema público. En Castellón, y según los datos que maneja el Comité Económico y Social, se estima que más de 8.000 personas han sido traspasadas de la pública a la privada en la última década. En el conjunto de la Comunitat Valenciana, la cifra se aproxima a los 100.000.