La falta de médicos es uno de los principales problemas ya casi crónicos que sufre el sistema sanitario y que ahora con la pandemia se ha puesto todavía más de manifiesto. Una escasez agravada, en estos momentos, por las vacaciones de verano y sus respectivas sustituciones. «Hay déficit de profesionales, la escasez de plazas para médicos internos residentes (MIR) se viene denunciando desde hace años», señala el decano de Ciencias de la Salud de la Universitat Jaume I.

En esta misma línea se pronuncia la decana de Ciencias de la Salud del CEU. «En la provincia de Castellón se gradúan unos 150 facultativos, pero solo hay 78 plazas MIR, lo que genera un gran desajuste, a pesar de la necesidad acuciante de más profesionales», manifiesta.

Los gerentes de los tres hospitales remarcan que para dar estabilidad laboral debería haber oposiciones como las de Educación dado que la interinidad conlleva precariedad y esta aboca al éxodo de los médicos jóvenes.

«Aquí la gente se quiere quedar, pero si nadie te da la oportunidad te tienes que ir. Se han creado contratos de uno o dos días, así que es fácil que te ofrezcan algo mejor y te marches», explica el gerente del General, quien advierte de que la situación es aún más crítica en zonas de difícil cobertura, como es el caso del Hospital Comarcal de Vinaròs.

Esto es lo que llevan reclamando desde hace más de 10 días los médicos internos residentes (MIR) de la provincia, la mayoría de los cuales secundan una huelga indefinida. S. R.