La bajada de población en edad escolar preocupa a las asociaciones de padres de alumnos. Así, la presidenta de FAPA Castelló Penyagolosa, Silvia Centelles, explica que el que la población disminuya no es positivo. «La población y la natalidad tienen que ir creciendo. Si no, algo falla, no se fomenta la natalidad», añade. Las proyecciones del Instituto Valencià d’Estadística contemplan en 15 años un descenso de la población infantil equivalente a 100 colegios de una línea.

No obstante, puede tener una parte positiva, que es que se reduzcan las ratios. «Cuantos menos niños haya por aula, la atención es más individualizada y se pueden detectar más cosas», indica. «El aprendizaje es mejor y el profesional puede realizar mejor su labor con 17 niños que con 25». Sin embargo, tiene su lado negativo, ya que, si baja la población en edad escolar, hará falta menos profesorado.

También preocupa el cierre de escuelas, especialmente en el mundo rural. «Muchas poblaciones del interior están agrupadas con aularios que aglutinan a niños de diferentes edades», recuerda. Así, Centelles apela a «intentar conservar estos aularios» y que los niños de poblaciones del interior «puedan acceder a la educación y no tengan que desplazarse a otra población más grande, y que en estos núcleos se valore más el tema de esas aulas. «Todos tenemos derecho a educación publica y gratuita», señala.

Por su parte, desde la Conselleria de Educación indicaron que en la planificación educativa a largo plazo influyen otros factores además de la bajada de la natalidad, como puede ser la política urbanística local, el entorno rural y urbano o la migración.

No obstante, recordaron que por el momento la Conselleria de Educación ya está aplicando una política de bajada de ratios para aumentar la calidad educativa y no solo a 25 niños por aula en Infantil y Primaria sino en algunos casos llega al 21,8.