Lo de menos son las paellas. Aunque se cocinaron unas 100. Era día de fiesta en la UJI. Se cumplían los 26 años de su creación, y los estudiantes lo celebraron un año más a lo grande, con música, botellón controlado y grandes dosis de ironía y creatividad en sus camisetas conmemorativas, que edición a edición suben el tono lúdico, con alguna reivindicación.

El de paellas fue ayer un festival universitario que miró a primera hora al cielo, que amenazaba tormenta, y que reunió a unos «8.500 alumnos», según el Consell de l’Estudiantat, tras Jurídicas, que vibró con los pinchadiscos y sound systems más bailongos sobre el escenario, desde donde se veían las largas colas para acceder desde primera hora.

Grupos y grupos de jóvenes, vaso en mano, unos con bocadillos, otros esperando al arroz, bailaban y se reían, se hacían selfies, hacían directos para Facebook, en una de las fiestas de paellas más interactivas de los últimos años. Y con la imaginación al poder, se teñía el lienzo de brazos en alto con camisetas multicolores que sembraron de curiosos lemas cada uno de los grupos.

Make Magisterio great again, en referencia a Trump, con disfraces del Tio Sam o del Che Guevara; o Quién te iba a decir que volverías a Primaria, además de Permútame que insisto, ¿Cuántos créditos debes? o Por la noche vicio, y de día, juicio, o Hay que hacer magia para acabar Derecho en cuatro años, cual Harry Potter; o, más subidos de tono, los ingenieros Expertos en VOMax (Volumen Orgásmico Máximo). El campus, lleno de plásticos y bolsas a final del día, lo pasó a tope.//