Durante años hubo muchas sospechas de que la corrupción estaba instalada en los organismos futbolísticos que rigen este deporte a nivel mundial pero certezas, y pruebas, había pocas. O ninguna. Todos los rumores sobre el pago de comisiones, blanqueo de dinero, tráfico de influencias y otros delitos quedaban en nada ante la dificultad de llegar a los juzgados. Casos como el de Joao Havelange, durante 24 años plenipotenciario mandamás de la FIFA sin una sola mácula hacía que más de uno se llevara las manos a la cabeza. Todo cambió con Joseph Blatter y Michel Platini, tras una larga investigación iniciada por EEUU en el 2011, los primeros damnificados y señalados como corruptos, juzgados y expulsados de los organismos.

Durante 24 (1974-1998) años, Joao Havelange controló con mano de hierro el fútbol mundial desde su poltrona de la FIFA, donde se ganó el apodo de El Padrino. Entre sus logros está el de haber convertido los Mundiales en un acontecimiento universal a la altura de los JJOO, pero tanto brillo quedaba al final oscurecido por las sospechas de corrupción. Pero el escurridizo Havelange se fue con todos sus secretos a la tumba: murió el 16 de agosto del año pasado, a los tres meses de haber cumplido 100 años, sin haber sido juzgado en su vida.

Joseph Blatter, mano derecha de Havelange durante años, dirigió la FIFA entre 1998 y el 2015, año en que tuvo que dimitir después de que la Comisión Ética del organismo determinara que Blatter hizo un pago sin justificar de 1,8 millones a Michel Platini, presidente de la UEFA. Fue castigado con ocho años de inhabilitación para cualquier cargo futbolístico y al pago de 46.000 euros de multa. Su expulsión fue la consecuencia final de una investigación iniciada por EEUU en el 2011 y continuada por Suiza por las sospechas en la elección de Rusia y Qatar como sedes del Mundial del 2018 y 2022, respectivamente. El FIFA-Gate estalló en mayo del 2015.

La caída de Blatter supuso también el final de Michel Platini, estrella del fútbol mundial en la década de los 80 y presidente de la UEFA entre el 2007 y 2015. Igual que el dirigente de la FIFA, Platini fue sancionado con ocho años de inhabilitación para cualquier cargo y al pago de 74.000 euros de sanción. ¿La razón? Los 1,8 millones de euros que Blatter le pagó sin justificación alguna en febrero del 2001.

Ricardo Teixeira, yerno de Havelange, mandó en la Confederación Brasileña de fútbol entre 1989 y el 2012, cuando tuvo que dimitir por haber aceptado en los años 90 más de 10 millones de dólares en sobornos. Casado con la hija de Havelange, fue fiel a la obra de su suegro.