Pedro Sánchez dijo ayer que había que poner fin a la «agonía». El apoyo del PSOE al artículo 155 de la Constitución no ha sido sencillo, y se ha ido fraguando a lo largo de múltiples contactos con Mariano Rajoy a cambio de que el PP se abra por fin a la reforma de la Constitución, pero Sánchez cree que llegados hasta aquí no había más salida que esta. Se trata, dijo el líder de la oposición en Cartagena durante el congreso de los socialistas murcianos, de una «disyuntiva» muy simple: «Dar la espalda a España y prolongar esta agonía, que lo único que hace es desestabilizar la política y la economía y fracturar la convivencia, o bien defender la Constitución de la mejor forma: poniendo freno a la ruptura unilateral de nuestra convivencia».

«Discrepancias con el PP sobre qué es y cómo debe ser España va a haber muchas. Pero discrepancias sobre su integridad territorial, ninguna», continuó Sánchez, que también aprovechó para cargar contra Podemos por su posición en la crisis territorial, que está deteriorando aún más las relaciones entre los socialistas y el partido morado. «¿Es de izquierdas poner urnas sin ningún tipo de garantías en un país que ha sufrido durante 40 años una dictadura? ¿Es de izquierdas defender a un colectivo que lo que está haciendo es proclamar la independencia como consecuencia de una insolidaridad con otras regiones de España? No atisbo a ver ninguna bandera de izquierdas en la causa secesionista», insistió el líder del PSOE.

LOS RIESGOS DEL APOYO / Los socialistas reconocen que su apoyo al Gobierno, por muy inevitable que a su juicio sea, también presenta riesgos. Electorales, al verse identificados con el PP en un momento en el que intentaban recuperar con la vuelta de Sánchez su rechazo a Rajoy, y en sus relaciones con el PSC, dividido sobre la aplicación del 155. «La democracia y la descentralización siempre han ido de la mano. En una región singular como Cataluña, se ha disfrutado de un autogobierno sin parangón en su historia: política cultural, política lingüística, política fiscal, política educativa… Y eso es lo que el secesionismo quiere quebrar, rompiendo con el Estatut y la Constitución. El secesionismo es el Brexit de Cataluña», concluyó Sánchez en Cartagena.

La incomodidad entre los socialistas catalanes por la alineación del partido con la activación del artículo 155 es máxima. Miquel Iceta es consciente de ello y defiende que se dé cobertura a Pedro Sánchez porque el actual secretario general marca la línea más suave dentro del PSOE. La convocatoria de elecciones sería la salida óptima, y a eso se ha dedicado en las últimas horas la cúpula del PSC. Iceta se vio discretamente con Carles Puigdemont en el Palau de la Generalitat para solicitarle el adelantamiento electoral. Como él, varios alcaldes y alcaldesas socialistas utilizaron las redes sociales para reclamar a Puigdemont que convoque a las urnas.

Las tensiones dentro del PSC alcanzaron ayer un punto álgido. La alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, renunció ayer a su cargo de secretaria de Cohesión e Integración de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. La dimisión de Parlon se conoció poco después de haber reclamado al PSOE, junto a otros tres alcaldes del PSC -Castellar del Vallés, Tarrasa y Granollers-, que se oponga «frontalmente» a la propuesta del Gobierno para aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña.

DEVOLVER LA LEGALIDAD / El coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, pidió ayer a los españoles que confíen en la actuación del Gobierno, que se está esforzando en devolver «la legalidad Constitucional y estatutaria» a Cataluña.