De poco han servido los muchos actos de y campaña del PP de Isabel Bonig en la provincia de Castellón y la Comunitat, dado el exiguo rédito obtenido en las elecciones del 10-N, cuando la formación creció en la provincia en 6.264 votos, de los que la rentabilidad práctica se limita a mantener su posición de partida, con un solo escaño en el Congreso y un único asiento por delante de Vox -a nivel de la Comunitat- en Madrid, sin rentabilizar apenas la caída de Ciudadanos. Aunque la valldeuxense parece no tener intención de modificar su estrategia, Génova estudiaría adelantar el congreso, lo que arroja más sombras sobre su futuro.

En términos absolutos, los populares obtuvieron en Castelón 70.020 sufragios, el 23,8% del total de los emitidos, frente al 20,3% del 28 de abril (28-A).

Lo cierto es que ese incremento, que supone 3,5 puntos, es el más bajo de la Comunitat (+4,5% en Valencia y +4,8% en Alicante), y tampoco llega al alza nacional, que ha sido del 4,5%. Más factores aguan la fiesta que sugeriría la evolución de crecimiento de los números y la interpretación de Bonig de lo ocurrido.

El más clamoroso es que Vox les pisa los talones, ya que los mencionados pocos más de 6.000 apoyos ganados, apenas sirven para que el PPCS mantenga una distancia limitada ante el partido de Santiago Abascal, de 15.320 respaldos y, en términos relativos, de únicamente 1,7 puntos.

‘Sorpasso’ de la ultraderecha

Hay más elementos preocupantes para la formación que lidera la valldeuxense desde hace cuatro años y es que en municipios destacados de la provincia como es el caso Almassora, Orpesa, Betxí y Borriol, la ultraderecha ha materializado el sorpasso al PP. En Peñíscola, también es Vox el segundo partido más votado, pero en este caso, es el PP el que tiene en sus manos la alcaldía, uno de los escasos puntos donde mantiene su fortaleza sin altibajos, de la mano del alcalde Andrés Martínez.

En lo que se refiere a la capital de la Plana, donde es Begoña Carrasco la presidenta popular, sus resultados son, sin embargo, mejores, ya que el incremento de votos logrado es del 4,9%, superando tanto la media provincial, como las de la Comunitat y la estatal. Absorbe más de la mitad del alza provincial, con una subida en términos absolutos de 3.619 papeletas a su favor, y eleva la distancia con Vox hasta 4,6 puntos, triplicando casi la brecha de 1,7 del ámbito provincial.

En definitiva, los populares de Bonig, presididos en Castellón por Miguel Barrachina, no han sido capaces de pescar de forma clara en el caladero que ha dejado libre Ciudadanos, y que ha ido a la abstención y, sobre todo, a Vox.

Casi sin ventaja en les Corts

Esto ha ocurrido en la circunscripción castellonense, pero la situación en la Comunitat es similar en cuanto a la difícil posición en la que deja a la valldeuxense el mapa que dibujarían los resultados en Les Corts que, aunque no son extrapolables en sentido estricto, si representan un buen indicador de la tendencia.

La ultraderecha es ahora el principal problema que tiene Isabel Bonig, ya que hace seis meses les separaban 175.810 votos y cuatro escaños y desde el lunes unos 116. 000 y un diputado. De hecho, la Comunitat es la tercera región de España en la que Vox más se acerca a los populares.

A esto se sumarían los recelos de Génova hacia la presidenta regional, por lo que su futuro se complicaría aún más. No pocos estiman que la opción de adelantar el congreso que tocaría en 2021 está sobre la mesa en Madrid.