El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, encabezó ayer lo que supuso un homenaje ofrecido por su partido así como por decenas de representantes de la política y la sociedad civil valenciana a la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, fallecida el miércoles en Madrid de forma inesperada tras sufrir un infarto. Rajoy destacó que “ha sido un gran honor ser su amigo”, mientras el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, apuntaba directamente a algunos medios de comunicación al decir que “fue apartada para evitar su linchamiento, pero las hienas siguieron mordiéndola”.