El invierno demográfico y el freno a la inmigración mermará la población infantil de la provincia de Castellón a menos que se adopten medidas para paliarlo. En concreto, en los próximos 15 años las comarcas castellonenses perderán cerca de un 30% de su población en edad de escolarización obligatoria o, lo que es lo mismo, casi 30.000 niños de entre cero y 16 años. Un descenso que ya se deja notar, dado que este curso, que arranca mañana, lo hace con 2.337 alumnos menos que el anterior en Castelllón.

Según las proyecciones de población que ha hecho públicas el Institut Valencià d’Estadística, la provincia de Castellón pasará de tener 99.753 chavales de este tramo de edad en el 2016 a 70.945 en el 2031, es decir, 28.808 menos.

Esta situación se producirá debido a que se reducirán los nacimientos y a que el porcentaje de población extranjera experimentará una ligera disminución.

Y es que, desde el año 2008, la cifra de nacimientos está experimentando un descenso continuado. Desde el pico de 7.206 nacimientos que se registraron en el primer año de la crisis, empezó una debacle hasta llegar a los 5.098 del año pasado. El descenso de población, debido a la crisis, el éxodo de extranjeros en edad de procrear y el hecho de que muchas parejas prefirieran posponer la decisión a la espera de una mejoría en la situación económica, unido al descenso de la fecundidad de las mujeres por factores sociológicos, son algunos de los factores que han influido en esta crisis de natalidad.

Este descenso de población infantil se producirá de una forma generalizada en todas las comarcas, aunque las más afectadas serán el Alto Mijares (que perdería hasta el 56,18% de su población menor de 14 años), l’Alcalatén, que perdería el 38,9%, y el Alto Palancia (que perdería el 36,74% de su población menor de 15 años).

Si en términos porcentuales el descenso es significativo, la situación dejaría en números rojos a muchos municipios del interior, donde el número de menores ya es actualmente escaso.

Así, comarcas como el Alto Mijares pasarían de tener 267 niños de 0 a 14 años, a 117; mientras que els Ports pasaría de 476 a 359 y el Alt Maestrat de 746 a 495. En los municipios costeros, la situación no es más halagüeña.

Así, en el caso de la capital de la Plana en 2017 habría 17.875 menores de 0 a 14 años, lo que supone que perdería un tercio de su población infantil actual en esta franja de edad. En el caso de Vila-real, serían un total de 6.002, es decir, un 29,10% menos que ahora. En el caso de Benicarló, el descenso sería del 22%, hasta alcanzar los 3.393 niños de este tramo de edad en el 2031. En Vinaròs, bajaría en un 29,52%, hasta los 3.180. En Almassora, la caída sería del 23,83% (3.417). Y en Burriana, la cifra sería de un -36,47%, hasta los 3.683.