Censurada por gran parte de la militancia socialista y el resto de la oposición por su abstención en la investidura de Mariano Rajoy, la dirección interina del PSOE recibió ayer con duras críticas al nuevo Gobierno diseñado por el líder del PP. A su juicio, el presidente no ha entendido el momento actual, en el que la fragmentación de un Parlamento sin mayorías exige una actitud mucho más dialogante que la que Rajoy mostró con su elección de ministros. El diagnóstico del resto de la oposición fue coincidente: Podemos y Ciudadanos señalaron que se trata de un Ejecutivo «de continuidad». Lo mismo dijo el Gobierno catalán.

«Es un Gobierno hecho pensando en su partido y no en los ciudadanos, donde repiten elementos sin capacidad de diálogo. Rajoy no ha hecho un Gobierno para el diálogo y eso anticipa serias dificultades para el Gobierno en esta legislatura. El Parlamento tendrá que tomar sus decisiones y el Gobierno se verá en una situación muy complicada», señaló Mario Jiménez, portavoz de la gestora del PSOE.

«Nada nuevo bajo el sol», coincidió el responsable de Relaciones con los Movimientos Sociales de Podemos, Rafael Mayoral. «Aquellos que comparten que Rajoy era la mejor opción como presidente a lo mejor están contentos. Nosotros no: no nos gusta Rajoy y tampoco [Luis] De Guindos en Economía ni Montoro en Hacienda. Creemos que es un Gobierno incapaz de afrontar los retos del país y de continuidad, y queremos un cambio de políticas que está claro que este Gobierno no va a hacer», argumentó.

Desde Ciudadanos, que firmó un pacto con el PP y votó a favor de la reelección de Rajoy, su portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta, evitó valorar a los ministros, pero también consideró que formaban un equipo «de continuidad». Aun así, advirtió a Mariano Rajoy de que no podría seguir haciendo gala de las mismas «formas» porque ahora el partido naranja le va a «vigilar». H