De menos a más fue la noche electoral de Junts per Catalunya. La victoria sin precedentes y de forma clara por parte de Ciutadans se vio compensada por un hecho más que significativo: la nueva apuesta de los posconvergentes del PDECat logró de nuevo batir a su gran rival en el nacionalismo, Esquerra Republicana, después de que no se repitiera la experiencia de la lista conjunta de Junts pel Sí del 2015. Y la suma del independentismo consiguió de nuevo superar la mayoría absoluta de escaños del Parlament. Es la victoria de Carles Puigdemont, que refuerza así su liderzgo absoluto en el espacio posconvergente.

A medianoche, acompañado de los consellers cesados que están con él en Bruselas, Puigdemont lanzaba una soflama con contundencia: «Señoras y señores, la República catalana ha ganado a la monarquía del 155. Que lo entiendan bien, que tomen nota: el Estado español ha sido derrotado»:

Un Puigdemont más contundente que nunca exigía al Estado una reparación, una rectificación y una restitución «de la democracia alterada, del Govern legítimo y de las libertades de la gente encarcelada». En su lectura de los resultados, el candidato de Junts per Catalunya reclamó a la Unión Europea que entienda que «la receta Rajoy ha fracasado».

CAMBIO DE RECETA / «O cambia de receta o cambiaremos de país más rápidamente de lo que nos habíamos propuesto», espetó. Puigdemont se felicitó de que los escaños independentistas sean uno más que hace dos años minimizaó la victoria de Ciutadans, calificándola como una «redistribución» interna del peso unionista. «Desde mañana mismo el 155 ha de quedar en suspenso, se han de liberar los presos, hemos de retornar y ha de comenzar la receta de la polítca, la que nunca ha recetado el señor Rajoy. Señores del Estado, del Ibex 35, comiencen a hacer política y si no nos desviamos del deseo del pueblo de Catalunya hallaremos una solución», finalizó desde Bruselas, apelando a los 78 diputados del nuevo Parlament que son partidarios del referéndum.

«La República catalana ha ganado a la monarquía del 155», dijo el expresidente de la Generalitat y desde ayer nuevo diputado electo al Parlamnent de Cataluña Carles Puigdemont desde Bruselas. En su intervención, y con un tono framcamente revanchista con el Gobierno del PP, Puigdemont agradeció a los calatanes la «participación recórd» en unas elecciones autonómicas.

En todo momento tuvo palabras para su excvompañeros del Gobierno catalán encarcelados: «Quiero dar las gracias a los que lo tienen más dificil», en referencia a los candidatos encarcelados. «Hemos mantenido algo fundamental: la legitimidad de una institución», argumentó puigdemont, haciendo referencia a la centenaria historia de la generalitat de Cataluña.

En declaraciones a TV3 desde Bruselas, Puigdemont aseveró ayer que el resultado de las elecciones demuestra que los catalanes no aceptan «·que sea Mariano Rajoy quien ponga o quite presidentes», y evitó responder a si volverá o no a Cataluña.

EUFORIA / Unos minutos antes, los principales miembros de la lista electoral de JxCat habían lanzado por fin las campanas al vuelo en el hotel electoral. «El 155 ha quedado muerto y enterrado», proclamaba eufórico el portavoz de la lista y candidato Eduard Pujol. «Rajoy ha perdido, es la hora de que tomen nota, de la rectificación, de la reparación y de la restitución», añadía. «También es la derrota del ‘a por ellos’: ha ganado la voluntad de «por vosotros, pueblo de Catalunya».

Y entre los más eufóricos, los excarcelados exconsellers Josep Rull y Jordi Turull. Este último, en castellano, se dirigió a la vicepresidenta del Gobierno del PP: «Hola Soraya, el Gobierno Puigdemont ha ganado y las urnas han descabezado al Partido Popular». Y Rull proclamaba: «Es imposible encarcelar la voluntad democrática de un pueblo».

Ahora una de las claves será el regreso de Puigdemont a Cataluña, dado que él mismo durante la campaña ha afirmado que regresará si vence. No ha vencido, pero es el que puede contar con la mayoría absoluta para poder ser investido, si bien sobre él pesa una orden judicial de detención. Puede acceder al acta de diputado desde Bruselas, pero para poderse someter a una sesión de investidura, deberá estar en el Parlament. Habrá que ver cuándo y en qué condiciones regresa.

Con todo, el ambiente en el hotel donde JxCat siguió el escrutinio no fue de euforia entre los militantes y cargos hasta entrada la noche. Y a media tarde se oían reflexiones autocríticas. «Si el efecto de estos años de procés es que Ciutadans puede ganar las elecciones, nos hemos equivocado mucho», admitía un cargo metropolitano del partido en privado.