Seis meses después de la fallida sesión de investidura del socialista Pedro Sánchez y diez tras las elecciones generales del 20 de diciembre del 2015, con los segundos comicios, en mayo de este año, en medio, los cinco diputados por Castellón asistieron anoche, por fin, a la elección en el Congreso del nuevo presidente del Gobierno, el popular Mariano Rajoy, quien ha permanecido en el cargo en funciones durante todo el complicado proceso.

Con una sola excepción, son los mismos nombres y las mismas formaciones: Miguel Barrachina y Óscar Clavell por el PP; Artemi Rallo por el PSOE; Marta Sorlí por Compromís y, en el caso de Ciudadanos (C’s), Sandra Julià sustituye al parlamentario electo Domingo Lorenzo, quien anunció hace escasas semanas que deja la vida política activa. Todos tienen claro que llevarán a Madrid las reivindicaciones de Castellón y, si Barrachina y Clavell desean que el difícil mapa parlamentario permita una legislatura prolongada y eficaz a través de pactos y sin bloqueos, Rallo promete una intensa y estricta oposición por parte del PSOE, al que trata de alejar de cualquier acercamiento al PP, pese a que las abstenciones socialistas han permitido, precisamente, que Rajoy lidere de nuevo el Gobierno en España. Es justo ese papel el que Sorlí afea al PSOE, ya que teme que con su complicidad el Gobierno mantenga su «desprecio a los pueblos de Castellón». Por último, la nueva parlamentaria de C’s defiende con seguridad un papel clave para su formación en la legislatura que comienza a andar, ya con un presidente elegido en el Congreso, el mismo que ha esperado en funciones desde el 20-D. H