José Manuel Soria ha hecho historia. Un ministro en funciones obligado a renunciar al cargo. Y ha demostrado sufrir un problema, bien por ser presa de una imprudencia temeraria que le ha llevado a solemnizar que jamás tuvo empresas o relaciones con paraísos fiscales, bien para recordar qué papeles firma o cuáles no o de qué sociedades forma parte. Ayer no tuvo otro remedio que aceptar oficialmente ante Mariano Rajoy que arrojaba la toalla.

Por otra parte, Mediterráneo también destaca en su portada que la Audiencia Provincial ha condenado a Francisco Martínez, exvicepresidente de la Diputación, a ocho meses de prisión por el caso de la depuradora de Borriol. Considera probado que el también exalcalde de Vall d’Alba conocía los terrenos sobre donde se iba a ubicar y se benefició de ello.