El Gobierno español no mostró ayer ninguna sorpresa ni inquietud por la inesperada victoria de Donald Trump. En un telegrama enviado al recién elegido, Mariano Rajoy le dio la enhorabuena y le trasladó su «más alta consideración y estima». El PSOE, por su parte, mostró su «preocupación» por el triunfo del candidato republicano, que también sirvió a los líderes de Podemos y Ciudadanos, Pablo Iglesias y Albert Rivera, para enzarzarse de nuevo en un cruce de reproches.

«Estoy convencido de que durante su mandato reforzaremos nuestras relaciones bilaterales buscando el bienestar y la prosperidad», escribió el jefe del Ejecutivo. El mensaje fue después apuntalado por otros miembros del Ejecutivo, como el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, quien quitó hierro a algunas de las posiciones del nuevo presidente norteamericano que más pueden afectar a España. Durante la campaña, Trump calificó a la OTAN de «obsoleta» y prometió revisar el funcionamiento de la organización para que su país deje de hacerse cargo de gran parte de los gastos de sus operaciones.

Pero Dastis no está «preocupado». España y EEUU, dijo, van a seguir siendo «socios» en la Alianza Atlántica.

También el expresidente José María Aznar expresó su optimismo, al desear «muchos éxitos» al próximo inquilino de la Casa Blanca y confiar en que inicie una «etapa de esperanza» para «la democracia, la libertad y la prosperidad». En cambio, Esperanza Aguirre, actual portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, optó por «pedirle a la Virgen que Trump sea un buen presidente para los americanos y para los demás».

LA «INCERTIDUMBRE» / El tono del PSOE fue muy distinto. Su responsable de Política Exterior, Ricardo Cortés, subrayó las diferencias entre los socialistas y el republicano. «Nosotros tenemos una visión completamente distinta a la suya, en términos económicos, sociales y de política internacional. Ahora se abre un periodo de enorme incertidumbre», dijo.

«La victoria del populismo nos recuerda que la política y los políticos debemos encontrar nuevas formas de trabajo interactivo con la ciudadanía», subrayó. Asimismo, remarcó que hay que «tener confianza en los sistemas de control de la democracia estadounidense».

Iglesias y Rivera se sirvieron de la victoria de Trump para atacarse entre sí. Empezó el líder de Ciudadanos. Pese a que Podemos había cargado contra el «odio xenófobo» del nuevo presidente de EEUU, Rivera argumentó en Telecinco que el partido morado debía estar «contento» porque todos los «populismos defienden lo mismo». «Cuñadismo de extremo centro: la mascota de Rajoy entre la ignorancia y la poca vergüenza», contestó Iglesias. H