El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, encabezó ayer lo que supuso un homenaje, ofrecido por la cúpula de su partido, así como por cientos de representantes de la política y la sociedad civil valenciana, a la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá, fallecida el miércoles en Madrid de forma inesperada tras sufrir un infarto en el hotel en el que se hospedaba frente al Congreso.

El tanatorio municipal fue el lugar de encuentro, desde primera hora de la mañana, para decenas de antiguos compañeros políticos de Barberá, tanto en el ámbito local como en el regional y nacional, así como empresarios, personalidades del mundo del deporte o particulares anónimos que quisieron despedir a la que fue alcaldesa de la ciudad durante veinticuatro años.

La capilla del tanatorio que acogió la misa funeral por la senadora fallecida, que por deseo expreso de la familia no iba a contar con representantes de instituciones ni partidos, no tuvo finalmente aforo suficiente para acoger a la gran cantidad de personas que acudieron a las exequias, de modo que prácticamente la mitad se congregó a las puertas, en el recibidor del tanatorio. La incineración de los restos mortales de Rita Barberá, que contaba 68 años, estaba prevista para las 17.00 horas, según se anunciaba, como es habitual en estas instalaciones, en unos paneles a la entrada del recinto.

Mariano Rajoy llegó pronto al tanatorio de Valencia, alrededor de las 15.20 horas y en compañía de la secretaria general del partido y ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal.

El presidente aseguró ante los medios que para él «fue un enorme honor ser amigo» de la «extraordinaria» exalcaldesa que, a su juicio, cambió Valencia como en ningún otro lugar de España.

«Vengo aquí como presidente del PP y amigo de Rita. La conozco desde hace más de 30 años, hemos trabajado juntos en el partido y me cupo el honor de haberle ayudado en 1991 a negociar su llegada a la alcaldía de Valencia», relató Mariano Rajoy, quien, si bien fue increpado por un íntimo amigo de la senadora y otro presentes, por el trato del PP a Barberá, abandonó entre aplausos las instalaciones tras la concurrida ceremonia religiosa.

En palabras del presidente, Rita Barberá fue «una persona generosa, amable, afable, luchadora, que defendía con convicción aquello en lo que creía». «Para mí, que compartí mucho con ella en el PP, ha sido un enorme honor ser su amigo y por eso estoy aquí, como muchos otros militantes del partido», manifestó.

nutrida asistencia // Además del presidente del Gobierno, estuvieron presentes la presidenta del Congreso, Ana Pastor, la diputada del PP Celia Villalobos, los exministros Ana Mato y José Manuel Soria y la presidenta del PP de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, entre otras personalidades del partido. El expresidente de la Generalitat Francisco Camps, que formó parte del equipo de gobierno de Barberá en el Ayuntamiento de Valencia antes de dar el salto, primero, al Congreso y, después, a la Delegación del Gobierno y la presidencia de la Generalitat, emplazó a comentar «en otro momento» las posibles valoraciones sobre el papel del PP en la última etapa de Barberá. A su juicio, este es un día «trágico» donde solo cabe «orar y recordar» a alguien «insustituible».

Tampoco faltaron multitud de exconsellers de gobiernos regionales y otros cargos y exresponsables del PP como Juan Cotino, Gerardo Camps, los castellonenses Alejandro Font de Mora, Víctor Campos y Vicente Rambla; Serafín Castellano, Manuel Llombart, y Belén Juste. En cuanto a la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, no acudió al funeral, pero sí estuvo el miércoles en la misa celebrada en la catedral de Valencia en recuerdo de la exalcaldesa.

Por el tanatorio también pasaron personalidades del mundo del deporte como el presidente del Levante UD, Quico Catalán, y el expresidente del Valencia CF Jaume Ortí; así como la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia, María José Broseta; el presidente de España 2000, José Luis Roberto; y Victoria Carrascosa, hermana de la abogada valenciana que estuvo presa en EEUU, María José.

LOS COMPAÑEROS // Varios de los concejales y excompañeros que formaron parte del equipo de Rita Barberá en el Ayuntamiento de Valencia lamentaron la presión a la que fue sometida la exalcaldesa por parte de los medios de comunicación y el rechazo que sufrió por parte de algunos cargos públicos y militantes del PP.

A las puertas del yanatorio de Valencia, el expresidente de la Generalitat valenciana, de Bancaja y de Bankia, y también exedil de Valencia durante el primer mandato de Barberá, José Luis Olivas, señaló que «la sociedad valenciana y el PP están en deuda con ella» y en alusión a este partido señaló que «contribuyó a muchas victorias no solo en Valencia, sino en toda España».

Por otra parte, el concejal Félix Crespo aseguró: «Es un día amargo porque por ley natural no se esperaba este desenlace; no estaba enferma. Ha sido un cúmulo de muchas circunstancias sin nombre y apellidos».

En cuanto a la exconcejala de Cultura, Mayrén Beneyto, consideró que «la soledad del final ha sido lo mas triste del mundo». A su juicio, «se va una mujer que ha sabido ser discreta y una gran gobernante; seguro que le ha pesado estar apartada de sus compañeros y amigos. Ella aguantó porque quería defenderse y que se supiera que era inocente».