El consumo privado no solo está siendo el carbón que acelera la recuperación de la economía, sino que se ha convertido también en uno de los grandes soportes de los ingresos públicos. Tras años a la baja, la recaudación del Estado vía impuestos vuelve a subir en Castellón, y lo hace en un 12,4%, uno de los porcentajes más altos del país, solo superado por Jaén y Ciudad Real. La provincia va camino de cerrar el ejercicio con la mayor recaudación desde el año 2008, justo cuando el gobierno de Rajoy ha aprobado un real decreto de medidas fiscales por el que modifica el Impuesto de Sociedades y los Impuestos Especiales (alcohol y tabaco) para recaudar 4.650 millones de euros adicionales, dentro del ajuste total que asciende a 7.500 millones.

Con los tres primeros trimestres del año ya completos, los ingresos de la Agencia Tributaria en Castellón por conceptos como el IRPF, el IVA o Sociedades suman ya más de 607,1 millones de euros, un 12,4% más que en el mismo periodo del 2015, cuando se alcanzó la cifra de 539,9. Además, el dinero que el Estado ingresa por impuestos en Castellón es el más elevado en ocho años.

El Estado empieza a hacer caja en la provincia y la explicación hay que buscarla, básicamente, en el aumento del gasto de las familias. La recaudación por IVA, el impuesto que mejor mide cómo va el consumo, se ha multiplicado por cuatro al pasar de los 22,4 millones ingresados en los nueve primeros meses del 2015 a los 94,9 millones de euros de enero a septiembre de este año.

La mejoría en el consumo se nota en los ingresos del Estado vía IVA (en el conjunto nacional la recaudación por este tributo supera los 47.000 millones), pero también en los ingresos por impuestos especiales, es decir, aquellos que gravan el consumo de tabaco, bebidas alcohólicas o los hidrocarburos. Esta partida también se ha disparado en lo que va de año, y se ha quintuplicado, desde los 10,9 millones del 2015 a los 56 millones de ahora.

No todos los impuestos están dando alegría a las arcas del Estado. Al contrario. De hecho, los tributos especiales son el único colchón que permite amortiguar el parón o incluso el descenso de ingresos tanto por IRPF como por Sociedades. En Castellón, el impuesto de la Renta ha permitido al Gobierno recaudar hasta el mes de septiembre 358,9 millones, apenas un 0,5% más que en los nueve primeros meses del 2015.

SOCIEDADES A LA BAJA // Lo que ocurre con el IRPF no es nada si se compara con el impuesto de Sociedades, el tributo que grava el beneficio de las empresas. La recaudación por ese concepto en la provincia tan solo asciende a 110,1 millones de euros, 4 millones menos que el año pasado. En Castellón el descenso es del 3,6%, pero en el conjunto nacional supera el 25%, un desfase que alcanza los 2.300 millones de euros menos para el erario.

Pero, ¿por qué si hay más personas trabajando y más empresas en activo baja la recaudación del IRPF y Sociedades? La respuesta hay que buscarla en las últimas reformas fiscales. A finales del 2015, poco antes de las elecciones, Montoro puso en marcha cambios que simplificaron los tramos que pagan los contribuyentes en función de su renta (pasaron de 7 a 5), unas modificaciones que llegaron acompañadas de una rebaja de tipos y que benefició sobre todo a las rentas bajas (menos de 20.000 euros brutos anuales) y las muy altas (más de 120.000). ¿La consecuencia? Que el Estado hace menos caja.

Con Sociedades ha pasado más de lo mismo. En el 2015, el gravamen general bajó del 30% al 28% y en el 2016, del 28% al 25% y se suavizó, además, el régimen de pagos fraccionados, lo que ha supuesto una importante caída de la recaudación. Cuando el Gobierno se dio cuenta de que Sociedades se le iba de las manos reculó y obligó a todas las empresas que facturan más de 10 millones al año a anticipar el 23% de su resultado. Ese anticipo se notará ya en el balance de fin de año.