La regeneración de la costa sur de la provincia de Castellón es una reclamación histórica. Los diferentes ayuntamientos, independientemente del color político de sus representantes, llevan años reclamando un proyecto integral que permita frenar la regresión del mar. Y es que cada vez que hay temporal, las olas se comen la playa, llegando a afectar a las viviendas de primera fila.

El episodio más reciente fue a principios de este año, cuando el mar se engulló literalmente gran parte del paseo marítimo de Almenara. Las obras de emergencia del Gobierno central permitieron reparar los principales desperfectos, aunque la localidad está a la espera de la construcción de los espigones que permitan frenar la regresión que padece.

Y es que, como reconocieron los propios responsables de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, cuando en el 2015 presentaron el proyecto integral para el litoral sur de la provincia de Castellón, hay que tener muy en cuenta el efecto del cambio climático. El retroceso de playa asciende a un máximo de 58 metros para el horizonte del año 2050 y de 164 metros para el lejano 2100.

El mayor avance de la línea de orilla en esos 35 años se produce en Nules, pero le siguen de cerca Xilxes (52 metros), la Llosa (50), Moncofa (47), Almenara (41), el norte de Burriana (41) y el Grao de Burriana (37). Este incremento del nivel del mar supondría un retroceso de la línea de la orilla entre 1,64 y 0,6 metros anuales, dependiendo de las zonas y también de los tramos concretos.

No hace falta esperar a 2050 para ver cómo avanza el mar. En Nules, las casas de primera fila están cada vez más cerca de la orilla. Además, los más mayores todavía recuerdan cuando las olas rompían en la lejanía. Una de las zonas más afectadas es la que limita con el término de Moncofa, donde se ubica un conocido cámping. Hay vecinos de Nules que en este tramo tienen todavía en escritura terrenos que sucumbieron a la fuerza del oleaje.

«Parches»

En sus continuas reivindicaciones, los alcaldes siempre han hecho especial hincapié en realizar un proyecto integral que permita resolver la problemática en toda esta franja costera, más allá de «parches» que resuelven la situación hasta que vuelve a registrarse un nuevo temporal.

Sin ir más lejos, tras el fuerte episodio de lluvias de principios de este año, además de reparar el paseo marítimo de Almenara, se realizaron trabajos de adecuación de dunas y estructuras, así como también de limpieza.

De todos modos, desde los ayuntamientos siempre se ha advertido de que estas tareas suponen un arreglo puntual, cuando lo que se necesita es mitigar la erosión. Ahora, con la construcción de los espigones de Almenara a finales del 2018, ya hay fecha para la puesta en marcha de un proyecto que englobará a toda la costa sur, aunque se desconocen los plazos de cada una de las actuaciones previstas.