Con mascarillas y guardando la distancia interpersonal se han reencontrado los residentes en la zona norte de la provincia que sí han podido entrar en la fase 1 de la desescalada al cumplir las normativas exigidas para avanzar hasta alcanzar la nueva normalidad que llega.No ha habido abrazos, ni besos, -eso se deja para otra ocasión- pero el sentir y el latido del corazón al ver a los seres queridos tras dos meses de confinamiento es una sensación de felicidad inmensa. No existen tantas palabras en el diccionario de la Real Academia Española (RAE) para describir ese momento del reencuentro: alegría, júbilo, sonrisas, entre lágrimas, entre chistes, entre nervios, emoción que embriaga, felicidad, complicidad, confidencias, guiños, saludos con la mano y miradas que se alargan hasta los dos metros para escrutar detenidamente a los que no han visto desde que se inició el confinamiento, el encierro.Son muchos los testimonios que podrían aportar vivencias y experiencias personales en uno de los momentos más bonitos de la desescalada. Mediterráneo refleja cuatro de estos instantes sublimes: una familia de Benicarló que se reencuentra, tras dos meses de confinamiento, ayer mismo, en la apertura de una tienda de ropa de uno de los miembros del clan familiar; un grupo de amigos en Morella que disfrutan de una cita en el Bar La Nevera tras dos meses de comunicarse por skype y whattsahapp; la experiencia de compartir la amistad entre una peñiscolana y un italiano, y la preciosa relación de compañerismo y confidencias entre un abuelo y su nieto.ENTRAÑABLES HISTORIAS // Historias entrañables que forman parte de la cotidianeidad del estado de alerta y que por ahora solo pueden protagonizar todos aquellos que tienen la suerte de vivir en el norte de Castellón. Es la única de la provincia que ha entrado en fase 1. El resto tendrá que esperar unos días más para reencontrarse con familia y amigos. H