No solo en la edad (51 años) y, dicen, en un fuerte carácter radican las similitudes entre Fran Escribá y Marcelino García Toral, el presente y el pasado del banquillo del Villarreal. Además de defender vehementemente sus criterios ante el vestuario y el club, los entrenadores entrante y saliente del conjunto amarillo también mantienen bastantes similitudes en su forma de entender el fútbol. Sobre el campo no se apuntan demasiados cambios entre el Submarino que deja Marcelino y al que deberá hacerse Escribá en un tiempo récord, a tan solo seis días de que el equipo se juegue ante el Mónaco el 50% del pase a la liguilla de la Champions.

Aunque con un diferente sistema, Fran Escribá pide a sus jugadores prácticamente lo mismo que su antecesor. Concentración y solidez defensiva y rapidez en la transición ofensiva, con la idea de sorprender o, por lo menos, dificultar al máximo el repliegue del rival. Es decir, buscar la portería contraria con el mínimo de toques posibles. Eso sí, en principio el Villarreal de Escribá podría partir de un 4-2-3-1. Así lo ha hecho en sus anteriores etapas en Primera, con el Elche y el Getafe, modificando ese dibujo en contadísimas ocasiones (por ejemplo, la pasada campaña recibió al Villarreal en el Coliseum con un esquema 4-4-2, ya a la desesperada y jugándose el cargo).

Teniendo en cuenta la escasez de delanteros --solo Pato está disponible para recibir el próximo miércoles al Mónaco--, jugar con un solo punta podría ser la opción ante el Mónaco. “Veremos. Lo que no voy a hacer son experimentos”, apuntó ayer Escribá, recalcando que el concepto de juego “es muy similar” al de Marcelino. “La idea es darle una continuidad a unas bases que ya están” y reflejar, con ligeras modificaciones, “el orden que trasmitía el 4-4-2 del Villarreal”. “No perder la posición y saber a qué juegan; eso es lo que espero del equipo”, añade Escribá.

En principio, la transición no debe resultar traumática, por lo menos dentro del terreno de juego. El concepto de la base con la que cuenta el Submarino, incluso a pesar de las importantes bajas por lesión, “se acopla muy bien”, al nuevo manuel que desde ayer pone en práctica Fran Escribá. H