El presidente del Villarreal, Fernando Roig, decidió a última hora de ayer prescindir de Marcelino como entrenador del club amarillo, una medida que no deja de sorprender a tan solo seis días del comienzo oficial de la temporada, nada menos que ante el Mónaco en la previa de la Champions. Sin embargo, todo parece indicar que el técnico había perdido la confianza de la cúpula dirigente y, además, tenía al vestuario en contra. Precisamente, una bronca con Musacchio en el descanso del partido disputado el pasado martes en Riazor fue la gota que colmó el vaso.