La Diputación ve en la gastronomía un complemento al turismo de sol y playa. “Se está haciendo un esfuerzo por posicionar la marca Ruta de Sabor”, asegura Andrés Martínez, vicepresidente de la institución provincial y diputado de Turismo.

Ruta de Sabor nació en el 2012 con el objetivo de impulsar el turismo gastronómico y apostar por el producto made in Castellón. Hoy, cuatro años después, la marca ha logrado movilizar a 230 empresas de la provincia, desde establecimientos de restauración hasta productores de los distintos sectores agroalimentarios. En total, la Diputación ha implicado a 160 restaurantes de 70 municipios en las siete jornadas gastronómicas que organiza dentro del territorio provincial y a 65 productores de los más diversos sectores cuyos productos ya forman parte de esta marca. “En todo este tiempo se han creado mesas sectoriales, se han nombrado embajadores, se han organizado decenas de eventos y cada vez son más los locales donde es posible encontrar productos de la marca. El próximo será Marina d’Or”, apunta el también alcalde de Peñíscola.

Con una inversión anual de 180.000 euros solo en publicidad y con referencias en guías turísticas de importantes touropeadores británicos, la Diputación ha anunciado también que la gastronomía será uno de los grandes pilares del Plan Estratégico del Turismo Provincial 2016-2020. Este documento, que será redactado por los mejores expertos turísticos, sector provincial y municipios, recogerá las claves estratégicas que en el medio plazo se tienen que implementar para obtener los mejores resultados en clave de desarrollo turístico para el territorio.

La gastronomía ocupará un lugar de honor en el futuro Plan Estratégico provincial, y el Consell apuesta también por construir un modelo a 10 ó 20 años vista. “Lo importante es tener claro lo que queremos ser para, a partir de ahí, trazar alianzas entre los público y lo privado”, señala Francesc Colomer, presidente de la Agència de Turisme.

La Administración está actuando correctamente, pero la promoción nunca es suficiente. “Siempre hacen falta más acciones para que la gente conozca lo que hacemos”, asegura Iker Llano, responsable de grupo Intur, que cita un ejemplo de lo que sucede en Castellón. “Que el Auditorio de la capital esté cerrado o con una actividad muy baja no ayuda en nada a lo que este sector persigue”, argumenta.

Miguel Barrera cree que la Administración poco más puede hacer. “Lo que faltan son clientes todo el año”, insiste. H