Los recogen antes de que amanezca, sin apenas testigos, en alguna plaza céntrica de ciudades como Castellón o Valencia. Casi todos son inmigrantes. Muchos latinoamericanos, como peruanos o colombianos. Los hay también nigerianos y paquistaníes. Y algún rumano. Desde allí, en furgonetas blancas, se dirigen a una finca citrícola de la provincia. Sobre las 8.00 h. empieza la jornada laboral. Todo el día recogiendo naranjas por 20 euros. No es el sueldo limpio. De esa cantidad hay que descontar los seis euros que se queda el intermediario, con la complicidad de una ETT, por darles un trabajo temporal y llevarles al huerto. En total, 14 euros, una cuarta parte de lo que establece el convenio colectivo del sector, que marca 60,84 euros diarios por seis horas de trabajo.

La explotación laboral, con jornadas de trabajo maratonianas y sueldos de miseria, sigue estando asentada en los campos de cítricos de Castellón. Lo denuncian los sindicatos y lo confirma la propia Inspección de Trabajo, que asegura que en pleno siglo XXI, en la provincia y a plena luz del día, las prácticas abusivas son la tónica habitual. Es más, hace apenas dos semanas se celebró en Valencia una reunión entre los sindicatos, las empresas comercializadoras y la Inspección de Trabajo para coordinar un plan de control en el campo y tratar de evitar que engorde la cifra de collidors explotados laboralmente.

Tanto UGT como CCOO señalan directamente a cuatro empresas de trabajo temporal (ETT) que actúan en la provincia. “Las prácticas de esclavitud están a la orden del día, tanto en Castellón como en Valencia. La mayoría de las ETT pagan a los trabajadores muy por debajo de lo que marca el convenio. Por cinco días trabajados solo les cotizan dos, por lo que hay que hablar de dos tipos de fraude, uno de salarios y otro de cotización a la Seguridad Social. Además, muchas de estas empresas hacen uso de intermediarios, que son verdaderos capos de la mafia, y que cobran al trabajador hasta por respirar”, resume Soledad Montaner, secretaria general de la Federación Agroalimentaria de CCOO-PV.

DENUNCIAS ANTE LA INSPECCIÓN // La situación en el campo empieza a ser tan grave que los sindicatos han decidido pasar a la acción. Y lo primero que han hecho es presentar una lista con todas las ETT que actuarían al margen de la ley. En el documento, que ya obra en poder de la Inspección de Trabajo de Castellón, aparecen cuatro empresas temporales de la provincia. Dos están en Vila-real, una en Bextí y la otra en Vinaròs. “Los abusos se centran, fundamentalmente, en las fincas. En los almacenes no tenemos constancia de estas malas prácticas, pero el campo no tiene puertas y es imposible que los inspectores controlen palmo a palmo lo que ocurre en los huertos”, explica Ramón Serra, responsable de la Federación Agroalimentaria de UGT en la provincia.

Que la Administración es consciente de estas situaciones abusivas es algo que confirma la propia jefa de la Inspección de Trabajo en Castellón, Pilar Fuentes. “Se están detectando algunos casos de falta de altas en la Seguridad Social o permiso de trabajo. También casos de collidors que perciben un sueldo muy por debajo de lo que marca el convenio. Estas últimas prácticas existen, pero es difícil acreditarlas”, argumenta. Porque para demostrarlas sería necesaria una denuncia del trabajador y pocos son, por el momento, los que están dispuestos a dar ese paso y a denunciar.

Las ETT de Castellón que actúan dentro de la ley (que son la mayoría) aseguran que quienes no lo hacen son siempre las mismas. “Nosotros hace años que no trabajamos con empresas del sector citrícola. Si vas a lo que marca el convenio los números no salen, ya que somos intermediarios y cobramos por nuestros servicios, con lo que el precio final es inasumible para la empresa comecializadora. Otra cosa es que todos sabemos que hay una serie de ETT que hacen todo tipo de chanchullos. Siempre son las mismas las que explotan al trabajador, pagándoles una auténtica miseria”, subraya la responsable de una empresa de trabajo temporal que pide anonimato.

En otra empresa del sector cuentan exactamente lo mismo. “Todo el mundo sabe quiénes son los que actúan así. Incluso lo sabe la Inspección. Todos los años les hacen controles, pero a la temporada siguiente vuelven a abrir las puertas y vuelven a aprovecharse de la cantidad de personas que necesitan trabajar al precio que sea”, añaden en otra compañía.

NO SABEN NO CONTESTAN // Aunque año tras año son denunciadas por parte de los sindicatos, las ETT continúan funcionando. Mediterráneo se ha puesto en contacto en los últimos días con la mayoría de ellas. Todas están abiertas. Y a la pregunta de si han recibido denuncias por actuar al margen de la ley la respuesta es unánime y escueta: “No sé de qué me habla. No tengo ni idea y no le puedo decir más”.

Pero si hay ETT que explotan a los trabajadores es porque hay empresas del sector que contratan sus servicios. Porque el negocio de los cítricos está muy estructurado: las empresas comercializadoras cuentan con los llamados corredores, que contactan con los propietarios de las fincas y les ofrecen un precio a cambio de una comisión del 2% ó el 3%. Si hay acuerdo, la comercializadora suele subcontratar a una ETT y envía a los camiones.

Desde la Asociación de Exportadores de Frutas de la provincia de Castellón (Asociex) reconocen que las malas prácticas existen, pero aseguran que son casos puntuales. “Ovejas negras hay en todos los sitios”, explica Enrique Ribes, secretario general de la patronal citrícola. Ribes también acusa a las ETT denunciadas por los sindicatos. “Son unas pocas, pero ahí están. Nosotros somos los primeros interesados en que se trabaje según el convenio y todos los años enviamos circulares a nuestros asociados para que así sea, ya que respetar las leyes va en beneficio de todos”, sentencia. H