Carlos Baselga, natural de Vila-real y de 28 años, trabaja como camarero y fotógrafo en la ciudad británica. Vive muy cerca del Manchester Arena y horas antes del atentado en el estadio se marchó de vacaciones a España. «He estado en contacto con la gente en todo momento. Las calles están vacías, todo acordonado y lleno de policía. Dicen que después de un atentado es cuando más segura es una zona porque no suele repetirse allí, así que intento estar tranquilo. Además, la seguridad se incrementa mucho después de un golpe terrorista», asegura el vila-realense, todavía muy impresionado.