El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aseguró ayer que el problema de Cataluña «no es España», sino «sus malos gobernantes» que están haciendo «de la ilegalidad, la confrontación y la división social su forma de hacer política». Sánchez acusó al Gobierno catalán de estar dilapidando el «intenso autogobierno» que le reconoce la Constitución. «Nadie ha hecho tanto contra el autogobierno de Cataluña como el secesionismo», denunció.

Sánchez aprovechó la clausura del Congreso del PSOE de Madrid para comentar la aplicación del artículo 155 y las medidas de suspensión de la autonomía catalana pactadas por el Gobierno con su partido y Ciudadanos. «Todas la constituciones de los países de la UE tienen su artículo 155 para hacer frente a estos embates unilaterales que intentan quebrar la integridad territorial, y si se activa en España dependerá de la decisión última de Puigdemont», advirtió. En ese sentido, dejó claro que «la izquierda nada tiene que ver con el secesionismo en Cataluña», ya que el procés está provocando «fugas de empresas que ponen en riesgo la estabilidad laboral y fractura social de la convivencia en muchas familias». «Se quieren separar de España porque dicen que pagan mucho al Estado», censuró.

APOYO A RAJOY / Sánchez justificó su acuerdo con Rajoy para poner en marcha el 155: «El PP tiene una idea de España completamente distinta de la nuestra, pero nos une la defensa de la integridad territorial de nuestro país». Y se defendió de las críticas de Podemos por ese pacto: «Ahora vemos a partidos de izquierdas que dicen abrazar la causa independentista, califican poco menos que de golpe de Estado un artículo como el 155 y nos dicen que estamos con el PP, cuando ellos votaron con el PP contra el cambio de Gobierno que les propusimos».También ironizó sobre el hecho de queCarles Puigdemont usara el castellano y el inglés en su intervención del sábado. «Le va a dar igual porque en Europa el europeísmo significa borrar fronteras y el independentismo lo que hace es levantarlas», advirtió.

REFORMA CONSTITUCIONAL / Sánchez propuso como alternativa a «la amenaza seria del desafío secesionista» la reforma de la Constitución, que en ningún caso se hará «para contentar al bloque independentista». «Eso no es cierto, porque es muchísimo más amplia que el modelo territorial», precisó antes de explicar que «lo que sucede en Cataluña tiene mucho que ver con lo que ocurre en Polonia, Hungría y otros países donde hay movimientos regresivos y reaccionarios que están recortando derechos y libertades». «No es tanto un problema de identidad como de algunos elementos que atañen a la socialdemocracia y que tienen que ver con la desigualdad», sentenció.

Sánchez glosó el papel del PSOE en la aprobación de la Constitución de 1978, hasta el punto de ser «la única formación política que queda» de aquella época. «Si hay un partido que la representa es el PSOE», recordó, y precisó que la Carta Magna se apoyó «en el pedal de la democracia y en el de la descentralización». «Su gran acierto es que democracia y descentralización van de la mano», afirmó.

«Para muchos lo más fácil sería no asumir ningún tipo de responsabilidades, es lo que están haciendo», dijo el líder de los socialisas. A juicio dl secretario general del PSOE, «para nosotros la única alternativa en este momento decisivo es la defensa del estado social y democrático de derecho frente a quienes con sus actos y sus palabras van a terminar dañando a los más indefensos y a la clase media trabajadora en Cataluña».