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Desde un punto de vista profesional, de haber estado en primera línea de batalla, reconocen la falta de medios para hacer frente a un virus desconocido, pero confían en que la puesta en marcha de más recursos y la concienciación de la población, especialmente de los más jóvenes, a la hora de seguir las recomendaciones sanitarias permitan frenar la temida segunda oleada del covid-19.

«Nos ha pasado un tsunami, del que logramos sobrevivir y estar mejor preparados para una nueva ola, aunque esto dependerá del esfuerzo de la sociedad a la hora de cumplir las medidas», según Rovira. Más optimista se muestra Ballester a la hora de analizar la coyuntura actual. «Una situación de tanto dolor y sufrimiento debe servir para algo. Ha sido una especie de test de esfuerzo, se ha puesto de manifiesto que la complacencia es mala. Cuando se deja de invertir y se abandona el sistema sanitario, ello pasa factura, hay que aprender a hacer políticas sanitarias para reforzar los medios y el personal», argumenta.

«Estamos ante un reto global que debe tener una respuesta conjunta», según Veses, desde todas las esferas, aunque insiste en la concienciación de toda la sociedad para reducir los rebrotes.

Y es que los expertos ubican una segunda oleada en otoño, cuando empiecen también los casos de gripe, con una sintomatología muy similar. «Deben vacunarse todos los colectivos de riesgo, no hay excusa, si esto no se cumple no vamos a estar preparados», señala el gerente del General.

Asimismo, Sanchis considera relevante el plan de respuesta temprana que se ha ideado para mitigar una segunda ola del coronavirus y hacer frente a los rebrotes con más instrumentos.

La necesidad de reforzar los centros de salud, que juegan un papel fundamental en el control de los rebrotes a través del diagnóstico precoz y el seguimiento de contactos o el problema crónica de las listas de espera que se han disparado durante la pandemia son otros dos factores que entran en juego ahora. En la sesión también se puso de manifiesto que el modelo residencial «ha fallado» a la hora de dar respuesta a los más vulnerables.

Todos quisieron mostrarse esperanzados, pero con cautela, en lograr vencer al coronavirus cuando llegue la anhelada vacuna, aunque hicieron hincapié en que la prevención es ahora el mejor de los remedios ante este virus ahora ya un poco menos desconocido que a principios de marzo. H