Diez años en Castellón y seis negocios de restauración. Filippo Cacciato dejó su Palermo natal hace una década y aterrizó en la capital dispuesto a abrirse un hueco en el sector de la restauración. Hoy presume de sus seis negocios: dos en Castellón, tres en Benicàssim y uno en el Puerto de Sagunto. «Todos llevan sello italiano», cuenta mientras atiende a sus clientes en el bar Amore, en la capital. Sus comienzos, recuerda, fueron duros. «Al final hemos aguantado bien y poco a poco hemos ido creciendo».