A Carolina Halcón, informática de profesión, la despidieron de su trabajo, al que le dedicaba más de 12 horas al día. Sucedió en el 2012. Había sido madre y tenía serias dificultades para conciliar ambas facetas, la laboral y la maternal. Con la carta de despido en la mano, supo que jamás trabajaría para nadie más que no fuera ella misma. Así que decidió emprender. En unos meses montó un negocio, una tienda en internet. Trabaja desde casa y le va bien. Lo hizo por su hijo y no se arrepiente.

Al igual que hizo Carolina, en los últimos años decenas de mujeres en Castellón han creado su propia empresa. Y muchas de ellas lo han hecho para conciliar, esa palabra tan de moda en España que por fin ha entrado en la agenda política pero que muchas mujeres califican de cuento chino. Isa Ledesma y Mónica Carreguí son dos esas mujeres que ni renunciaron a ver crecer a sus hijos ni tampoco a su carrera profesional. En el 2015 y junto a Marisa Capellín fundaron Reinventhadas, una asociación cuyo objetivo es motivar y dar apoyo a todas las mujeres emprendedoras que desean desarrollarse profesionalmente a pesar de haber encontrado muchas trabas en el camino. Hoy la comunidad Reinventhadas está formada por 85 empresarias, la mayoría de la provincia. «Todas somos autónomas y emprendedoras y muchas de nosotras nos convertimos en emprendedoras para tener un horario flexible y poder estar más tiempo con nuestros hijos», explica Isa Ledesma.

En Reinventhadas hay emprendedoras de todos los perfiles y sectores pero a todas les une un mismo objetivo: apoyarse mutuamente y ayudar a quien quiere emprender. «Faltan ayudas y cada día nos llegan historias de mujeres que, tras la maternidad, se sienten perdidas y no saben por dónde empezar», sentencia.