Los retrasos de los trenes de Cercanías con destino a Castellón, desde Valencia, son el pan de cada día para los estudiantes. “Para un trayecto de 20 minutos se puede llegar a tardar una hora. Esto, en época de exámenes, es un trastorno brutal”, denuncia la portavoz del Consell de l’Estudiantat de la UJI, Celia Julián, respecto al perjuicio que ya supuso el caos en Cercanías el curso pasado y lo que se avecina en el inminente 2016-2017.

Para la representante estudiantil, no es de recibo que un alumno de la UJI tenga que madrugar más para coger el tren en previsión de que se retrase y esto implique no llegar a tiempo a una clase o, lo que es peor, a una prueba. “Si ya se pasan nervios para un examen, a esto se añade la incertidumbre de la falta de un transporte fiable”, dijo.

La solución temporal que Renfe decidió, en cuanto a refuerzo con líneas de autobús en horas punta, teniendo en cuenta la demanda estudiantil, tampoco es la panacea. Y es que estos buses no paran en todas las localidades con estación, únicamente en las principales (Castellón, Sagunto y Valencia Nord y Cabanyal). Por ello, no supone una ventaja para un alumno de Moncofa o de Burriana. Y si el servicio hacia el sur provincial y Valencia es problemático con el actual impacto de las obras del AVE; hacia el norte, la complicación radica en que “está aislada”.

“No existe una red de trenes de Cercanías que conecte la capital Castellón con el norte de la provincia y facilite, por ejemplo, que lleguen estudiantes de Vinaròs”, dijo Julián, para la que “la UJI se arriesga a perder alumnos”, espantados por estos contratiempos, si persisten. H