En los últimos siete años (justo la duración de la crisis a su nivel mas profundo) la natalidad en nuestra provincia ha descendido un 30%. Si en 1975 la media era de casi tres hijos por pareja, ahora se sitúa en poco mas de uno. Uno de los motivos es que el primer hijo se tiene muy tarde, casi siempre con más de 30. Por otro lado, la situación del mercado laboral, con una alta tasa de paro, y con la gente que trabaja haciéndolo en precario, no invita a tener hijos, pues se tiene el concepto (y no sin razón) de que la educación y crianza de un niño implica un gasto que no todos pueden costear. Por último, y aunque pueda parecer baladí, hay que apuntar que la calidad del semen va disminuyendo a niveles muy preocupantes (más de un 20% de la calidad seminal) debido a situaciones de estrés, exposición a productos tóxicos y consumo de drogas, tabaco y también alcohol. H