La Universitat Jaume I (UJI) abrió ayer el curso un año más con las tasas congeladas y con las becas de la Generalitat bloqueadas por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV) tras el recurso interpuesto por la Universidad Católica de Valencia al ser excluidos sus alumnos de la convocatoria junto con los de los demás campus privados valencianos. Unos 12.000 alumnos de grado --según cifras estimadas de la Universitat, basadas en los 12.047 del pasado ciclo académico-- empezaron ayer las clases en el campus, con la matrícula aún abierta en 17 titulaciones, con 246 plazas vacantes, la mitad de ellas (128) en Jurídicas y Económicas, 87 más científicas en la Escola Superior de Tecnologia i Ciències Experimentals, 22 en Humanas y Sociales, y nueve en Ciencias de la Salud, según explicó ayer el rector, Vicent Climent.

De nuevo, y como ya avanzó Mediterráneo, Medicina, Enfermería, Criminología, Estudis Anglesos, Videojuegos e Ingeniería Mecánica son las titulaciones captoras de alumnado en Riu Sec, junto con los dos magisterios, de Infantil y Primaria, sobre todo impulsadas, según la vicerrectora de Estudiantes, Pilar García Agustín, por “el amplio programa de acciones que la UJI realiza, no solo en Castellón, sino en media España, para mostrar la oferta académica y los valores del campus único, el inglés, o la acción tutorial individualizada”.

PROMESA DE LEGISLATURA // Los estudiantes, no obstante, se han matriculado este año con las mismas tasas académicas que el pasado y el anterior, pese a que la Generalitat se comprometió a una rebaja de los precios “en esta legislatura”. De momento, el conseller de Educación, Vicent Marzà, señaló hace unos días que “ojalá se pudieran rebajar; esa es la intención”, pero apeló a la “infrafinanciación de la Comunitat por parte del Estado”.

Es uno de los caballos de batalla de los estudiantes de la Jaume I, que ahora han visto un nuevo frente abierto con el bloqueo de las becas del Consell. En paralelo, el Ministerio ya ha abierto la convocatoria de las becas generales, de matrícula, transporte y vivienda. Otra de las reclamaciones estudiantiles es la de restaurar el servicio de Cercanías, “vital”, según fuentes del Consell de l’Estudiantat. De momento, el autobús que debe enlazar Burriana, Vila-real y Almassora solo funcionó desde este último municipio, a falta de pulir algunos flecos. H