Los incidentes del domingo en Castalia, cuando un nutrido grupo de aficionados del Castellón se vio obligado a entrar a la fuerza ante la negativa de la seguridad privada de la entidad a abrir una de las puertas, con el consiguiente riesgo para la integridad física, ha provocado la reacción del Ayuntamiento y una posterior réplica del club. El consistorio anunciaba el inicio de los trámites para desahuciar a David Cruz y este reaccionó achacando los altercados a una «manifestación ilegal» y la decisión de no abrir el acceso desde la calle Huesca ante la amenaza de una «avalancha».

Ayer por la mañana, la alcaldesa Amparo Marco, junto al concejal de Deportes Enric Porcar, se reunían con carácter de urgencia «para analizar la situación en que se encuentra la autorización del uso del Estadio Castalia al Castellón, después de la directiva del club impidiera el acceso de un grupo de aficionados a una zona del estadio», introduce la nota.

«El Ayuntamiento y el Castellón firmaron, en abril del 2013, un convenio por el que se cedía el uso del estadio al club a cambio de que la entidad se hiciera cargo del mantenimiento del mismo. La vigencia del convenio finalizó el pasado 30 de julio y, tras haber mantenido diversas reuniones, no se ha llegado a un acuerdo para renovar dicho convenio, dadas las condiciones que ha transmitido el club: la cesión de Castalia durante 20 años, aspecto que el consistorio rechaza de plano; y que el Ayuntamiento se haga cargo de una serie de gastos inasumibles para las arcas municipales», añaden. Por todo ello, informan de que «el consistorio está estudiando iniciar el expediente de resolución de dicho convenio, por expiración de plazo; y proceder, en su caso, al posterior desalojo», señalan.

Marco lamenta profundamente los incidentes. «El Ayuntamiento está con la afición y con la plantilla del Castellón», afirma. «El equipo es un emblema de nuestra ciudad; estamos trabajando para garantizar su continuidad y lograr que esta situación llegue a buen puerto», destaca la alcaldesa. Porcar, por su parte, constata: «Creemos que no se está haciendo un uso correcto de unas instalaciones municipales».

LA OTRA VERSIÓN // Todavía resonaban los ecos de la postura del consistorio cuando el Castellón también interpretó los hechos.

En primer lugar, el club habla de «falsas acusaciones», aclarando que «desde las cuatro de la tarde estuvieron abiertas las ocho puertas de acceso a las distintas gradas del estadio». A continuación, matiza que «en la zona de acceso al párking» se organizó «una manifestación ilegal» que desencadenó «una avalancha» con la «intención de colarse en la zona de tribuna», de ahí la decisión de «cerrar la puerta».

El club recalca que no hubo problemas en otras puertas y, además de criticar la inacción de la Policía Local, manifiesta que «no hubo indicación alguna» por parte de Cruz (ausente, por otro lado) y que «los accesos fueron abiertos siguiendo los protocolos comunes», sentencia la nota. H