Peligro inminente en Castellón. La segunda provincia más montañosa de España está ya en alerta máxima después de que el European Centre for Medium-Range Weather Forecasts (Centro Europeo de Previsiones Meterológicas) haya anunciado que este mes de junio y el próximo julio las temperaturas en nuestra provincia van a estar dos grados por encima de la media, alcanzando los 30 grados centígrados de máxima y que las precipitaciones en general se situarán por debajo de lo normal en esta época del año. “Un verano seco, sofocante, más cálido de lo habitual”, explicaba al diario Mediterráneo el catedrático y director del laboratorio de Clima de la UJI, José Quereda, quien añadía que esto será “altamente potenciador para desatar un gran incendio”. Unos datos muy alarmantes que también recoge la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

El experto aseguraba a este periódico que la situación “es muy preocupante. Hemos arrancado el verano con un calor asfixiante y, en este sentido, el Centro Europeo de Previsiones Meterológicas ha sido muy riguroso y contundente. Este calor que ya estamos viviendo crea un ecosistema proclive a una desecación muy grande: la vegetación se queda marchita por lo que la mínima negligencia o descuido nos llevará inevitablemente al incendio”.

ESTRÉS HÍDRICO // En la misma línea se mostró el portavoz de la Asociación Nacional de Bomberos Forestales, el castellonense, Dionís Montesinos quien desveló que “la campaña de incendios de este 2016 ha empezado ya siendo una de las más peligrosas a las que nos hayamos enfrentado nunca los bomberos forestales de la Generalitat valenciana, por las altas temperaturas que se esperan como por el estrés hídrico que estamos sufriendo”.

Por su parte, el decano del Colegio de Ingenieros Forestales, Juan Manuel Batiste, se mostró crítico con la Conselleria de Medio Ambiente: “No se están gestionando los bosques y hay trabas a la hora de cortar pinos. Esto está generando una carga de combustible que crea mucho peligro”. Batiste añadió: “Se está fomentando una densidad de arbolado muy superior a la que conviene. Hay lugares donde hace más de 50 años que no se talan pinos; a esto hay que sumar la falta de ayudas para sanear el monte”. Un espacio que cada vez alberga más madera y maleza que suponen, en definitiva, “un auténtico polvorín”.

LA PLAGA DEL TOMICUS // Otro factor que acompaña al calor extremo y a la acumulación de biomasa --combustible fácil-- es la plaga del tomicus que se extiende ya por la provincia de Castellón. Tal y como explicaba otro ingeniero forestal consultado: “Este insecto, escarabajo, perfora los troncos de los pinos y termina por causar su muerte. Hablamos de madera seca. Este fuste arde fácilmente, lo que supone un factor de riesgo más. Si cayera un rayo se desataría el infierno del fuego”.

El panorama, así, es desalentador: calor extremo, estrés hídrico, montes secos y demasiado poblados... Castellón se enfrenta a un verano muy complicado.

Sin ayudas para los propietarios // El decano del Colegio de Ingenieros Forestales denuncia que la Comunitat Valenciana es la única autonomía de España donde no se está llevando a cabo ninguna línea de subvención para ayudar a los propietarios de los montes a mantenerlos y cuidarlos. "Los únicos que no han agilizado este plan de desarrollo rural que acaba en el 2020 es la Comunitat Valenciana. Existe una clara falta de gestión del monte y de interés. Parace ser que en el 2016 van a salir las convocatorias de estas ayudas, que este año ya están presupuestadas para el 2017".

La silvicultura para mantener el bosque vivo es el mejor cortafuegos // Una de las propuestas en las que más insisten los expertos es en el fomento de los trabajos silvícolas: el aprovechamiento del medio natural y la utilización de técnicas que se aplican a las masas forestales para obtener una producción continua y sostenible.

El portavoz de la Asociación Nacional de Bomberos Forestales y delegado de CCOO, Dionís Montesinos, explicó a ‘Mediterráneo’ que en este 2016 "Generalitat y Diputación van a fomentar esta demanda histórica de CCOO con la asignación de un presupuesto para estos trabajos de prevención. La Diputación aportará un millón de euros y la Generalitat otro millón para 16 equipos de 5 personas por municipio para trabajos silvícolas, que son el mejor cortafuegos".