Los bous al carrer son seguros, pero queda mucho margen para mejorar. Y para tratar de analizar posibles modificaciones en la normativa sobre seguridad, Vila-real acogerá el próximo 9 de abril una cumbre autonómica. Organizada por el Consell, la Federación de Peñas y los colegios de médicos de la Comunitat, está previsto que la jornada reúna a entre 200 y 300 personas, la mayoría alcaldes, concejales de fiestas, personal sanitario y peñistas.

Durante el encuentro se debatirán aspectos como la manera de actuar ante un herido, así como se analizará el papel del equipo sanitario. Además, también se abordarán las nociones fundamentales sobre la embolada y los requisitos exigibles en el bou embolat. “Hace unas semanas se hizo en la Comunitat un listado de unas 200 cuadrillas de emboladores profesionales y el objetivo es crear un protocolo de actuación para esta modalidad del bous”, apunta José Antonio Blanco, vicepresidente de la Federación de peñas taurinas de bous al carrer de la Comunitat Valenciana. De esas 200 cuadrillas, 70 son de Castellón. “El objetivo con este listado y con la jornada de Vila-real es “extremar la seguridad, evitar posibles incidentes y la participación de personas que no tengan los conocimientos suficientes para colaborar activamente en la embolada”, señala el vicepresidente de los peñistas.

PROTECCIÓN CONTRA EL BOICOT // Para preparar la jornada que tendrá lugar dentro de tres semanas en Vila-real, la Federación está sondeando a las peñas de la Comunitat. “Les preguntamos sobre las cosas que se podrían mejorar y cuál es el estado de la fiesta”, añade Blanco. De momento, la respuesta es unánime: la principal preocupación de los peñistas es el boicot que han sufrido los bous en varios municipios.

El último episodio en Castellón tuvo lugar el pasado 5 de diciembre en Olocau, cuando un grupo de antitaurinos impidió del bou y recibió una multa de 6.000 euros por personas. En la pasada feria de la Magdalena, grupos conservacionistas también se manifestaron a favor de la eliminación de la fiesta. “La preocupación es evidente”, reconoce el vicepresidente de los peñistas, quien, no obstante, reconoce que los aficionados seguirán trabajando para proteger la fiesta. H