Una vuelta al trabajo descafeinada, desigual, con producción al ralentí y sin incidencias en los nuevos protocolos anticoronavirus para empleados, según indicaron ayer sindicatos y patronales de Castellón. Tras el parón por el permiso retribuido y los festivos, el grueso de la industria, construcción y auxiliares, sectores autorizados, retomó su actividad a diferentes velocidades.

El azulejo, según Ascer, funcionó con una producción «por debajo del 25%», pues «la vuelta va a ser muy paulatina y progresiva, por la caída estrepitosa de la demanda». Para los sindicatos, el ritmo era notablemente «inferior» en las fábricas al de hace dos semanas. Desde UGT, Vicente Chiva matizó que «hay empresas que arrancan ya un horno; otras, solo cargas y mantenimiento; y en aquellas sin ERTE, trabajan todos». Frente al covid-19, se estrenó un plan común. Con todo, muchos empleados de oficinas teletrabajan y, en planta, «están separados, 10 o 15 metros» y se han reorganizado turnos y espacios.

En opinión de Jordi Riera, de CCOO, en este retorno, «existe mucha dualidad y la producción es claramente inferior a la del 29 de marzo». Respecto al coronavirus, avanzó que les preocupan los nuevos criterios de bajas laborales para colectivos de riesgo, «que ya no son directas».

Desde la Cámara de Comercio de Castellón, su presidenta, Dolores Guillamón, valoró que en los días de detención de la actividad «el azulejo ha exportado todo lo que tenía pedido» y los certificados de origen «han bajado muy poco». «Veremos qué pasa», dijo.

El regreso de las fritas, esmaltes y colorificios fue del 100%, como antes de la detención. Desde Anffecc detallaron que «las labores de carga y expedición se han mantenido; y en producción, la mayoría se ha puesto en marcha y cada una decidirá según su estoc y pedidos».

Y el ladrillo --la CEV cifró su retorno entre el 50 y 75%--, regresó «con ganas y mejor de lo esperado», en palabras del presidente de Apecc, Fernando Alfonso, «salvo las empresas de reforma afectadas por ERTE». Con todo, echó en falta más obra pública. «La última se adjudicó hace un año y no hay licitación desde el 15 de febrero. Si no llega, la construcción caerá un 25%». Citó que ahora apenas tienen «el Puerto de Querol, ronda sur de Vila-real y un colegio de Almassora». Respecto a las ayudas anunciadas ayer por la Generalitat para que los ayuntamientos rehabiliten patrimonio público, dijo, «toda piedra hace pared», a falta de saber cuantías y letra pequeña.

En otro orden de cosas, el presidente de la patronal CEV en Castellón, Sebastián Pla, avanzó que tras esta crisis sanitaria la economía provincial «se recuperará en forma de U y no en V», por tanto, más poco a poco, ya que la demanda, principalmente exterior, «necesitará coger fuerzas» y las empresas, tiempo para trabajar al ritmo previo. Para Pla, para muchas empresas es «complicado» cumplir las normas de seguridad sanitaria, pues es «responsabilidad compartida con la Administración». «Se necesitan EPI (Equipos de Protección Individual), saber dónde comprarlos y los adecuados a cada caso. Ahora son algo más accesibles y asesoramos desde CEV sobre cómo y dónde conseguirlos», dijo.

861 ERTE en la industria y el ‘ladrillo’ de Castellón en un mes

La crisis del coronavirus pasa factura a las empresas de servicios en Castellón, pero también a la industria y a la construcción. Del 12 de marzo y hasta el 13 de abril, un total de 469 compañías del sector manufacturero provincial han presentado ERTE que afectan a 7.909 trabajadores, mientras que otras 392 empresas dedicadas al ladrillo han hecho lo mismo y han suspendido durante un tiempo la relación laboral de 2.133 asalariados.

La regulación temporal de empleo afecta ya de lleno a la industria y la construcción, pero en Castellón el sector servicios sigue llevándose la palma. Nada menos que las empresas que se dedican a esta actividad acogidas a ERTE son 6.005 (afectan a 24.775 empleados), mientras que en el sector agrícola los datos son mucho menores (79 expedientes y 373 trabajadores). En total, y según los últimos datos de la Conslleria de Economía, los ERTE afectan a 6.945 compañías y a 35.190 empleados, unas cifras que no dejan de aumentar.

En el conjunto de la Comunitat, las empresas valencianas han presentado un total de 59.146 ERTE que afectan a 351.542 trabajadores y, al igual que sucede en Castellón, el sector servicios continúa siendo el más afectado, con 51.459 expedientes.