Un grupo de investigadores del Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja de la NASA, conocido como SOFIA, anunció el hallazgo de una particular variedad de estrellas pulsantes de gran tamaño, que emiten importantes cantidades de carbono por todo el universo. El telescopio ubicado en un avión Boeing aportó así una trascendente información sobre estas estrellas, que se expanden y contraen como si se tratara de verdaderos corazones cósmicos.

Se sabe que todos los elementos químicos, con excepción del hidrógeno y de la mayoría del helio, se formaron en el interior de las estrellas. Sin embargo, algunos de ellos son especialmente cruciales para la vida, como el carbono: es imprescindible para la formación del ADN o de las proteínas, dos ingredientes sin los cuales no existiría la vida en la Tierra tal como la conocemos.

Sin embargo, los científicos quieren conocer la forma en la cual el carbono y otros elementos trascendentales llegaron a nuestro planeta provenientes del espacio, para mezclarse aquí con otras sustancias y generar las reacciones que permitieron la explosión de diversidad vital que caracteriza a la Tierra.

Productoras de carbono

Según una nota de prensa de Universities Space Research Association (USRA), el hallazgo de los astrónomos de SOFIA puede arrojar luz al respecto de esta incógnita. Es que han logrado identificar y describir la actividad de grandes estrellas pulsantes que son tipologías especiales de las estrellas variables Mira.

El punto a destacar es que las mismas emiten grandes cantidades de gas y polvo ricos en carbono al espacio interestelar, funcionando como una especie de enormes surtidores de este elemento hacia la Vía Láctea y otras galaxias. Aunque ya se habían descubierto estrellas pulsantes de este tipo en otras galaxias, como la Gran Nube de Magallanes, la particularidad de este hallazgo es que evidencia la forma en la cual se distribuye el carbono en la propia Vía Láctea.

Los especialistas creen que este descubrimiento permitirá saber más acerca del proceso por el cual el carbono se aleja de las estrellas y busca sitios donde puede evolucionar hacia estructuras más complejas.

Estrellas ricas en fósforo

Por otra parte, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ha informado recientemente en un comunicado de prensa el hallazgo de una variedad de estrellas extremadamente ricas en fósforo, otro de los materiales imprescindible para la vida que proviene desde el espacio.

Este estudio, publicado en Nature y basado en el análisis de una gran cantidad de espectros infrarrojos (en la banda H, con APOGEE) de la base de datos pública de Sloan Digital Sky Survey, podría ofrecer un conjunto claro de candidatos estelares prometedores para aclarar el origen y la cantidad observada de fósforo en la Galaxia, y específicamente, en nuestro Sistema Solar, que hasta ahora ninguno de los modelos actuales de evolución química galáctica ha sido capaz de explicar.

Los astrónomos españoles destacan que la química de estas estrellas es desconcertante, y no puede explicarse a partir de ninguna de las teorías actuales de la evolución estelar. Además de grandes cantidades de fósforo, poseen magnesio, silicio, oxígeno, aluminio y hasta elementos de mayor peso como el cerio.

En consecuencia, los expertos creen que se trata de un nuevo tipo de estrellas desconocido hasta hoy, que hace posible el inicio de un renovado camino de investigación en torno a procesos y mecanismos que ocurren en el interior de las estrellas y que, siendo básicos para el surgimiento en la vida tal como la conocemos en la Tierra, la ciencia aún desconoce.

Referencias

Stellar Pulsation and the Production of Dust and Molecules in Galactic Carbon Stars.Kathleen E. Kraemer, G. C. Sloan, Luke D. Keller, Iain McDonald, Albert A. Zijlstra and Martin A. T. Groenewegen. The Astrophysical Journal (2020).DOI:https://www.doi.org/10.3847/1538-4357/ab4f6b

Phosphorus-rich stars with unusual abundances are challenging theoretical predictions. Thomas Masseron et al. Nature Communications, volume 11, Article number: 3759 (2020). DOI:https://doi.org/10.1038/s41467-020-17649-9

Foto: ESA/PACS/SPIRE/Consortia.