Según una investigación desarrollada en la Universidad Carnegie Mellon, la meditación consciente es una gran ayuda en el entrenamiento de personas que deben utilizar interfaces cerebro-ordenador. De acuerdo a un artículo publicado en Medical Xpress, las técnicas aplicadas reducen el tiempo necesario para que una persona pueda gestionar con eficacia uno de estos dispositivos, además de optimizar la capacidad de control mental que se requiere.

Una interfaz cerebro-ordenador o BCI (Brain Computer Interface, según sus siglas en inglés) es un dispositivo tecnológico que permite la transmisión directa de información de actividad cerebral hacia un ordenador, el cual la decodifica y la emplea con distintos propósitos. La comunicación se realiza mediante electrodos ubicados estratégicamente en la cabeza, que captan los impulsos eléctricos mediante electroencefalografía (EEG).

Estas interfaces BCI permiten manejar únicamente con nuestros pensamientos e impulsos eléctricos cerebrales todo tipo de programas informáticos, máquinas en tiempo real y, básicamente, cualquier cosa que pueda gestionarse desde un ordenador. Las aplicaciones de una interfaz cerebro-ordenador incluyen el área terapéutica, la investigación, la educación, el entrenamiento, la robótica, la domótica y muchas otras especialidades.

Ahora, los investigadores estadounidenses han realizado un experimento que confirma que la meditación puede optimizar la capacidad de gestión de estos dispositivos, mejorando el manejo de las ondas alfa y el control mental necesario para visualizar en el cerebro las órdenes que deben darse a la máquina. Se utilizaron técnicas de electroencefalografía como método no invasivo, porque supone grandes ventajas frente a otras alternativas más riesgosas como los implantes cerebrales.

Las imágenes muestran la diferencia en la gestión de las ondas alfa entre los grupos de meditación y control. Crédito: Facultad de Ingeniería de la Universidad Carnegie Mellon.La meditación y el control de las ondas alfa

El estudio incluyó la participación de 76 personas, que fueron divididas aleatoriamente en dos grupos: meditación y control. Los voluntarios del grupo meditación recibieron un curso de dos meses sobre técnicas básicas de meditación, mientras que el grupo control no recibió ningún tipo de capacitación específica.

Posteriormente, cada participante fue sometido a un promedio de 10 sesiones de análisis BCI, en las cuales se evaluaron diferentes cuestiones relacionadas al manejo de una interfaz cerebro-ordenador. Los resultados evidenciaron que los integrantes del grupo meditación, que habían sido iniciados en técnicas de meditación consciente, aventajaron claramente a los participantes del grupo control, que no habían recibido formación al respecto.

Los voluntarios que estaban familiarizados con la meditación mostraron un mejor rendimiento tanto en el manejo inicial de los dispositivos BCI como en el tiempo que les llevó dominar todos los parámetros de las interfaces. Los científicos comprobaron que la diferencia se debe a una mayor capacidad para modular las ondas alfa, el patrón de actividad cerebral que decodifican las interfaces cerebro-ordenador.

Para finalizar, los investigadores destacaron que aunque las ventajas de la meditación ya son valoradas en el terreno de la salud para conseguir un mejor bienestar e incluso para tratar algunas patologías, este estudio puede significar un punto de partida para la inclusión de técnicas de meditación en los programas de formación y capacitación orientados a la gestión de interfaces cerebro-ordenador.

Referencia

Mindfulness Improves Brain?Computer Interface Performance by Increasing Control Over Neural Activity in the Alpha Band. James R Stieger, Stephen Engel, Haiteng Jiang, Christopher C Cline, Mary Jo Kreitzer, Bin He. Cerebral Cortex (2020).DOI:https://doi.org/10.1093/cercor/bhaa234

Foto de portada: Omid Armin. Unsplash.