En un verano atípico que será recordado por las restricciones, los aforos y las distancias de seguridad, Nules está siendo uno de esos lugares en los que tomarse un respiro. Su playa nunca se ha caracterizado por las multitudes y las aglomeraciones, a pesar de ser el mismo Mediterráneo el que baña sus costas y ese se ha convertido en un valor añadido a la hora de escoger un lugar donde disfrutar de un baño de mar y sol este verano.

Este destino idóneo para el turismo familiar y de proximidad, el Ayuntamiento no ha escatimado en medidas de seguridad y se ha acogido a las mismas intervenciones que los municipios costeros que se suelen caracterizar por la masificación. Con los informadores sobre las recomendaciones que impone aplicar la crisis del covid-19 a pie de playa, escoger Nules este verano es una buena opción.

Visitante familiar

El consistorio mantiene un contacto permanente con los chiringuitos y los locales de ocio, donde las medidas de higiene y seguridad se han convertido en rutina, como pueden comprobar quienes los visitan de forma habitual desde que se inició esta complicada temporada, en la que Nules quiere distinguirse por la precaución y la prudencia.

Tanto es así que un buen ejemplo se puede encontrar estos días en los exteriores del Museu de Medallística Enrique Giner. El único centro cultural temático de estas características en el territorio nacional, celebra este año el aniversario de su creación. En una situación normal se habrían organizado visitas y exposiciones especiales, pero las circunstancias no lo propician, así que desde la concejalía de Museos se decidió facilitar el conocimiento de alguno de los tesoros que preserva. Desde hace varias semanas, quienes se acerquen al Fort --que es como popularmente se conoce el edificio que ocupa el museo--, podrán hacerse una idea, gracias a unas lonas instaladas en su vallado exterior, de la riqueza patrimonial que ha ido depositándose en su interior a lo largo de este tiempo.

Pero uno de los valores turísticos más destacados de Nules no se encuentra en ningún espacio cerrado. Esta localidad es la suma de vestigios de una historia única, aunque sea similar a la que otros municipios de la zona vivieron. Nules es un museo al aire libre de arquitectura de la postguerra, del espíritu de superación de sus vecinos que quisieron combatir la desolación con esfuerzo. Su trabajo dejó huella en un municipio que está tratando de hacer frente a una nueva crisis ofreciendo su mejor cara, por lo que cualquier visitante encontrará en un agradable paseo por las calles de su casco urbano, por el remodelado pueblo amurallado de Mascarell, las pruebas de ese legado histórico.

A pesar de que las programaciones festivas se han suspendido para todo el año 2020, el municipio está haciendo frente a las dificultades con ingenio, como la programación cultural que se llevó a cabo en la playa, junto al mar, ofreciendo noches a la fresca a quienes quisieron participar. Otro ejemplo será el que se vivirá el 14 de agosto con la Fiesta del Farolet, una tradición local que organiza el Ayuntamiento, la Corretjola y la Asociación de Vecinos. Este año, se vivirá desde las terrazas y los balcones del poblado marítimo, desde encenderán los típicos faroles de sandía.