Hasta hace poco tiempo, Gianluca Vacchi era un perfecto desconocido para el público de a pie. Pero, gracias a las fotografías y los vídeos que cuelga continuamente en Instagram, este peculiar empresario italiano de 49 años, licenciado en Económicas por la Universidad de Bolonia y accionista de varias empresas, se ha erigido como uno de los referentes de estilo en el apartado madurito alocado, fibrado y tatuado. Ya tiene casi tres millones de seguidores en la popular red social. ¿Y cómo lo ha conseguido? La respuesta es fácil: exhibiendo sin apenas filtros su desaforada vida.

Vacchi vive el exceso más desmesurado como si no hubiera un mañana. Su vida transcurre acudiendo a fiestas y actos sociales, navegando en su yate, conduciendo motos, volando en avión privado y luciendo a la menor ocasión un cuerpo trabajado a conciencia en el gimnasio y mucha ropa de lujo, preferiblemente subida de color e italiana.

Hay que reconocer que el tipo tiene presencia y desparpajo. No hay más que verlo, con la piel bronceada, marcando abdominales y con un pareo mínimo, bailando junto a su despampanante novia, Gabriele Giorgia. Sus coreografías al ritmo de La mordidita, de Ricky Martin, y de Menea tu chapa, de Wilo D’New, han alcanzado la friolera de seis millones de reproducciones. Tampoco tiene reparos en mostrar sus otras grandes pasiones. Creó su propia marca de ropa y complementos, GV, y defiende, claro, el #gvlifestyle. Los vehículos de lujo -por tierra, mar y aire- también le entusiasman: tiene varios Bentley y un Rolls Royce, además de algunas motos que son auténticas joyas, un yate de 14 metros de eslora e incluso un avión privado.

Se considera un firme seguidor de la moda italiana. Luce relojes exclusivos con sus iniciales grabadas con brillantes y alterna trajes a medida con otra ropa más informal. Ha publicado un libro, Enjoy (es castellano, disfruta), donde explica su particular filosofía de vida y ofrece consejos de estilo. No es extraño, pues, que se haya convertido en todo un influencer.

Además, es propietario de varias residencias, entre las que destacan su mansión en Porto Cervo (Cerdeña), que recibe el nombre de H20, un chalé en la exclusiva estación alpina de Cortina D’Ampezzo y una residencia en la calle de Montenapoleone, una de las vías más exclusivas de Milán. En ellas suele organizar grandes fiestas a las que invita a celebridades como el actor Zac Efron y la actriz Michelle Rodríguez -que fueron pareja durante algún tiempo- y el empresario Lapo Elkann, conocido por ser el heredero de Fiat, entre otros.

Ante las críticas por su acelerado y fastuoso ritmo de vida, él se defiende: «Quien me sigue entiende que no son solo esos momentos lúdicos. Además, si trabajo y pago los impuestos que me corresponden, ¿por qué habría de esconderme?». H