Atrevidos y coloridos. Así son los looks de la gran mayoría de asistentes del Rototom, entre los que triunfan las largas rastas, los cabellos trenzados o peinados de papa frita, o dicho de otra forma “peinado frisado”, según explica Gina Bort, responsable de una peluquería en Benicàssim, que lo describe como un efecto de “ondulación de trenzado” que está teniendo mucho éxito. Una manera de pasar del pelo liso al pelo afro con un peine y una plancha y que también se puede admirar estos días por el recinto del Sunsplash.

Bort indica que también destacan otros looks entre las rototomeras, algunas clientes habituales durante todo el año, como trenzas de raíz, tanto de media cabeza como cabeza entera, incluso a veces con extensiones. En el recinto y sus inmediaciones también hay espacios para hacer peinados en el cabello de lo más variopintos.

También hay rastas artificiales sueltas y de colores. Aunque los rastafaris de religión, más que de moda o cultura, las llevan de su pelo auténtico, largas y muy cuidadas. En ocasiones, guardan sus dreadlocks en el interior de unos gorros para caminar más cómodamente. Se trata de un tipo de peinado formado por trenzas enmarañadas y el terminó nació en la década de los 50 en Jamaica. H