El cambio del recinto de conciertos del puerto de Burriana a Jardines de la Malvarrosa ha supuesto un incremento notable, aunque no mayoritario, de sounders por el interior del casco urbano. Esto se ha transformado en un mayor reparto del gasto y, por lo tanto, en un aumento de los negocios que se han visto favorecidos por esta séptima edición del Festival Arenal Sound de Burriana.

Principalmente, los bares han sido los que han notado este tipo de clientes en sus terrazas, aunque en menor medida algún otro negocio también los ha visto entrar por la puerta. Aunque es en la zona de Calatrava, la más próxima a Jardines de la Malvarrosa, donde han llenado más terrazas, incluso en el mismo centro de la ciudad se han dejado ver a lo largo de los días y especialmente desde el jueves, jornada en la que fueron incorporándose sounders de mayor edad y con mayor poder adquisitivo.

comodidad// Los asistentes al festival aparcan por la zona del recinto de conciertos y, por tanto, cubren en los locales y tiendas del casco urbano sus necesidades. Estos comercios hacen su particular agosto durante estos días del Arenal. Los sounders buscan de esta forma su comodidad, que es estar lo más cerca posible del lugar de los conciertos y caminar lo menos posible hasta llegar allí.

En la zona portuaria, por el contrario, ha bajado la masificación de gente caminando por las aceras y aunque las terrazas más populares para los sounders en años anteriores, han vuelto a estar llenas, los vecinos están pudiendo pasear sin los agobios de años anteriores, en los que la afluencia de la gente suponía una mayor masificación en la calle.

Aún con todo, los supermercados del puerto y casco urbano, denotan largas colas en ocasiones de más de una hora y eso lleva a algunos de estos jóvenes a coger el coche y buscar suministros en municipios próximos, tales y como Nules o Moncofa. H