Cuando piensas en las algas, puede que vengan a tu mente esos días de verano en los que intentabas evitar, a toda costa (o no), las algas en el mar. O puede que recuerdes la última vez que comiste sushi en un asiático y degustaste las algas Nori. Con tan sólo estas ideas, es fácil ver que las algas se encuentran en multitud de contextos.

Pero, ¿alguna vez te has preguntado todo lo que te aportan?

Se consideran, en pocas palabras, una macedonia de minerales. ¿Por qué? Porque contienen, entre otros, yodo, calcio, potasio, fósforo, magnesio, cobre, aminoácidos, clorofila, vitaminas… No hay duda pues, de que se trata de un vegetal marino extraordinario, al que se le puede sacar mucho partido.

Beneficios del consumo de algas

● Tal y como hemos comentado, las algas son ricas en yodo. Este mineral, que también encontramos en el pescado y en el marisco, favorece la síntesis de hormonas en la glándula tiroidea, entre otros. Por lo tanto, si incluyes pequeñas dosis de algas en tu dieta, conseguirás cumplir con la dosis diaria de yodo. ¡Esto es una gran noticia para aquellas personas veganas o vegetarianas!

Eso sí, si sufres de hipertiroidismo, estudia el tipo de alga a consumir. En algunas variedades, un gramo superaría el límite aconsejado de yodo.

● También cuentan con vitaminas A, B, C, E, F y K, en mayor o menor grado dependiendo del alga que consumamos. Por ejemplo, la ya mencionada alga nori es más rica en betacaroteno y vitamina A, que protege la salud ocular, la piel y las mucosas.

Otra muy popular, el alga wakame, contiene más vitamina E y C. Además de ser antioxidantes, nos ayudarán a mantener la salud en nuestra piel.

● A su vez, son fuente calcio, hierro, magnesio y fósforo, que nos ayudarán a mantener dientes y huesos sanos, así como a prevenir la osteoporosis. El hierro ayuda también a hacer frente a la anemia.

Beneficios del uso de algas en la estética

Los extractos de algas tienen un gran poder tonificante, hidratante, anti-edad y anti-radicales. Por todos sus beneficios, se han utilizado en la elaboración de geles acuosos y protectores solares, antiinflamatorios, en soluciones revitalizantes para el cabello…

Un claro ejemplo de la aplicación de las algas con fines estéticos, pero también terapéuticos, es la Algoterapia. Esta consiste en envolver el cuerpo total o parcialmente de algas calientes, cortadas muy finas. Es tan relajante como parece, además de estéticamente muy conveniente: puede retrasar la aparición de estrías y celulitis porque elimina células muertas y manchas en la piel. Es, en definitiva, un magnífico adelgazante y reafirmante.

Pero eso no es todo, ya que sus efectos terapéuticos son muchos. Esta envoltura, además de ser anti-inflamatoria y aliviante del dolor, estimula la circulación linfática. Esto es especialmente beneficioso para tratar secuelas provenientes de traumatismos óseos o musculares.

Las algas en combinación con el agua marina también presentan múltiples propiedades estéticas y terapéuticas. Es el caso de las bañeras de hidromasaje con algas, en la que la esencia de estos vegetales marinos se utiliza junto con chorros de agua de mar dirigidos. Así, se consigue estimular la circulación sanguínea, la relajación de los músculos y la hidratación cutánea.

Tanto la Algoterapia como las bañera de hidromasaje con algas son tratamientos que son ideales para realizar en centros especializados en talasoterapia, centrados en aprovechar todos los beneficios del medio marino. Un buen ejemplo de este tipo de centros es Thalasso Hotel El Palasiet, situado en Benicàssim, provincia de Castellón.