Llegan los meses de verano y el sol toma especial relevancia, tanto para bien como para mal. Y es que el exponernos a los rayos de sol de forma continuada ofrece beneficios pero también tiene consecuencias negativas y perjudiciales para la salud.

Tras el invierno, las ansias de broncear el cuerpo y disfrutar de un tiempo de descanso tumbados al sol pueden provocar descuidos. Además, el desconocimiento sobre sus verdaderos beneficios y perjuicios hace que la exposición al sol acabe provocando daños irreversibles. Prevenir es la mejor arma para combatirlos, pero ¿cómo? Escogiendo bien la protección. No podemos olvidar que la piel tiene memoria así que hay que cuidarla desde pequeños, es por esto que lo más importante evitar las quemaduras que, además de ser dolorosas, producen manchas, arrugas, dilataciones vasculares y hasta cáncer de piel.

Además de protegerse del sol, es importante distinguir los dos tipos de filtros solares que hay, ya que éstos pueden ser físicos o químicos dependiendo de su composición. Los primeros son los más seguros y saludables porque se basan en sustancias minerales y no penetran en la piel.

Pero si los protectores solares nos cuidan por fuera, la alimentación nos puede proteger desde dentro. Los vegetales de color rojo, anaranjado y amarillo como los melocotones, tomates o zanahorias deben convertirse en un básico en las mesas.

LA HELIOTERAPIA

La acción terapéutica de la radiación solar se denomina helioterapia. Son muchos sus efectos positivos, por ejemplo es beneficioso para gente que padezca anemia, osteoporosis o trastornos digestivos y también favorece el sistema respiratorio. Pero existe una cara B, porque el sol también afecta al envejecimiento cutáneo, ya que lo acelera.

Esto no quiere decir que no se pueda disfrutar del verano y del sol. Además existen formas de cuidarnos antes, durante y después de exponernos a los rayos solares. En Benicàssim, en el Thalasso Hotel El Palasiet, cuentan con un equipo de esteticistas que, gracias a tratamientos como el peeling, la algoterapia, el programa despigmentante o el reparador se convierten en el complemento perfecto.