Cuando nos planteamos mejorar nuestra salud y nuestro bienestar, entre los primeros consejos que recibimos o que nos vienen a la mente siempre está el de reducir los llamados hábitos tóxicos.

El consumo de alcohol, tabaco o drogas no beneficia en absoluto a nuestra salud. Incluso si una persona bebe con moderación y fuma esporádicamente estará dañando poco a poco su bienestar y su salud. Pero si nos hemos habituado a algo es porque llevamos años haciéndolo y nuestro cuerpo, especialmente nuestro cerebro, se ha terminado acostumbrando a ellos, especialmente porque hábitos como el tabaco generan adicción.

Pero abandonar este tipo de hábitos nocivos para nuestra salud, con frecuencia debemos plantearnos un cambio de hábitos todavía más importante. Queremos hacer más deporte, comer mejor… Pero seguimos fumando. O nos planteamos reducir el estrés e ir desterrando los ultraprocesados de nuestra dieta pero todavía mantenemos esa cervecita casi diaria al llegar a casa.

Una de las técnicas habituales para conseguir deshacernos de hábitos nocivos y de los que nos cuesta alejarnos es la de que establecer conductas alternativas: algo de ejercicio, un paseo, un curso… Cualquier cosa que nos sirva para desconectar y que sea totalmente incompatible con ese hábito: cambiar las cervezas de después de trabajar por un paseo por la orilla del mar o los cigarros y cafés de la tarde con esa amiga imprescindible por una sesión de yoga mano a mano son opciones perfectas para ir reduciendo y desconectando.

El Palasiet está especializado en tratamientos de bienestar que siempre implican la adquisición de hábitos saludables que podamos mantener a largo plazo. Son cada vez más los clientes que aprovechan largas estancias para ponerse a punto, modificar conductas y regresar a su rutina con más bienestar y con nuevas pautas de vida orientadas a mejorar nuestro estado general y, por tanto, nuestra felicidad.