Parece que el verano ha terminado definitivamente. Aunque teóricamente todavía nos queda una semana, el mal tiempo de la última semana ha hecho que muchas personas entren ya en una especie de modo otoño: vuelve la ropa de entretiempo y empezamos a mirar con otros ojos los platos de cuchara y algunos alimentos que dejamos un poco de lado durante los meses cálidos.

La parte buena es que la llegada del otoño implica también el mejor momento para algunos alimentos que, además de ser deliciosos, son muy saludables y siempre nos ayudan a mejorar nuestra dieta. Aunque es posible encontrar calabaza durante todo el año, su sabor no tiene nada que ver con la del otoño y es la base ideal para esas cremas que tanto empiezan a apetecer cuando el frío llega a nuestros hogares. Es también temporada para comer uno de los vegetales que más pasiones desata a favor o en contra: el brócoli. Si no eres del comando antibrócoli, además de disfrutar de su intenso sabor, también podrás beneficiarte de sus nutrientes y de sus antioxidantes.

Estamos más que acostumbrados a comer frutos secos durante todo el año, pero su mejor momento es cuando se termina de recolectar la nueva cosecha y se pueden comprar con cáscara y prácticamente cogidas del árbol. Almendras, avellanas, castañas, pistachos o piñones son perfectos para completar nuestros platos o para dar ese pequeño aporte energético a, por ejemplo, un yogur. No hay que olvidar que el aporte calórico de los frutos secos siempre es elevado, por eso hay que consumirlos de forma moderada.

Si hay un alimento otoñal que muchas personas esperan durante todo el año, son las setas. Aunque su disponibilidad depende en gran medida de las lluvias, es de prever que en las próximas semanas empiecen a aparecer por los mercados y tiendas de proximidad. Níscalos, boletus, setas de cardo, llanegas, setas de chopo… Prácticamente cualquiera de ellas es perfecta para enriquecer la gastronomía de otoño. ¿Quién le dice que no a un arroz con setas?

Las frutas, que han vivido uno de sus mejores momentos durante el verano, también triunfan en otoño. Es, sin duda, el momento para los amantes de las manzanas, que pueden aprovecharlas también en compotas, ensaladas o en bollería casera. Y el otoño es sinónimo de una de las frutas más apreciadas, los higos, que destacan por su importante aporte de hierro y vitaminas.

La nutrición es una de las prioridades del equipo de Thalasso Hotel El Palasiet, que ofrece durante todo el año charlas de cocina saludable y talleres de cocina en vivo para conocer cómo se elaboran los menús saludables del centro.